Estas líneas son solo una contribución analítica al libro
Por lo tanto, esta reseña es un intento por contribuir al trabajo de Díaz-Parra sobre los modos de producir ciudad. La gentrificación se transforma en un objeto más interesante cuando se reinterpreta la realidad de las expulsiones no solo como un evento físico del territorio, sino como una idea superestructural que determina comportamientos más complejos. Las sociedades están más determinadas por las expulsiones que por las inclusiones en el entramado socio-urbano y cultural (
A modo de estructura de la reseña, se organiza de la siguiente manera: en primera instancia, se hace un análisis de la organización del libro. Seguidamente, se discute sobre las conceptualizaciones y abordajes analíticos propuestos. En tercera instancia, se realiza la valoración crítica mencionando las siguientes dimensiones: relevancia, originalidad, aciertos, debilidades y aportes. Finalmente, se exponen una serie de preguntas que generó el libro en función de futuros aportes en el campo de la gentrificación, la renovación y la turistificación.
El texto de Díaz-Parra es un gran aporte en términos de modos de abordaje de un tema muy estudiado dentro de los análisis y reinterpretaciones académicas de la cuestión urbana. La organización del trabajo muestra, en sí, una estructura que también es una tesis interesante para pensar los procesos sociales y culturales.
Los primeros tres Capítulos son de suma utilidad teórica. El primero de ellos aporta en relación a la pregunta central de si la gentrificación es, en definitiva, un colonialismo cultural o forma parte de un concepto de los estudios urbanos críticos que debe ser repensado.
Guillermo Jajamovich (en los comentarios del libro, presentes en la plataforma digital a pedido) mencionó que este clivaje le pareció interesante pues es una apuesta a la discusión de la teoría urbana latinoamericana que permite repensar el proceso en diálogo con los estudios poscoloniales y la teoría crítica. Mencionó que quizá, de alguna manera, estos estudios desestimaron otros aportes latinoamericanos como el dependentista o del desarrollismo de la década de 1960. Jajamovich marcó, también, que era muy interesante este Capítulo del libro porque ponía en diálogo teorías que quizá tienen puntos de coincidencia pero que muchas veces hablan en espacios muy insulares.
Por su parte, en el Capítulo dos se realiza una interesante recopilación de teorías de producción del espacio desprendidas de la teoría lefebvriana, pero con algunos aportes contemporáneos interesantes como el de Smith (
Al mismo tiempo, se realiza un recorrido sustancial sobre la bibliografía latinoamericana haciendo dialogar a autores como Jaramillo (
El tercer Capítulo es un intento por conceptualizar los avances del capitalismo en su fase neoliberal sobre el desarrollo desigual de sus fuerzas productivas. De este modo, se intenta repensar las interpretaciones del neoliberalismo urbano en función de las consecuencias que este imparta sobre el entramado social y urbano, entre ellas la gentrificación. De este modo, el Capítulo tres aporta al debate del neoliberalismo urbano encontrando la especificidad contemporánea de la expulsión (y sus justificaciones académicas y de políticas públicas) que el fin del fordismo urbano impuso en las sociedades contemporáneas.
En el Capítulo cuatro comienza la descripción del trabajo sobre los casos. En él se intenta describir las características/consecuencias del propio proceso de segregación en las ciudades seleccionadas. De esta manera, la idea de “mosaico urbano” es común en la bibliografía asociada a los estudios críticos. Se habló de “ciudad calidoscópica”, de “islas urbanas”, de “economía del archipiélago”, de “fragmentaciones urbanas”, entre muchas otras. Estas conceptualizaciones todas buscan describir un fenómeno de segregación socio-espacial que es propio de la economía capitalista produciendo ciudad.
La producción del espacio urbano, por lo menos el modo que conocemos en occidente, contiene una esencia central basada en la utilización de la vivienda y el hábitat como mercancía. De esta forma, el bien busca permanentemente el proceso de valorización para capitalizar al actor interviniente, sea una empresa multinacional o una familia. La capitalización es por medio de la valorización y transmutación del capital invertido (la clásica idea de
La vivienda y el hábitat, entonces, se transforman en herramientas para la maximización de la renta del capital más que un derecho humano básico. ¿Cómo cuaja esta descripción en el texto de Díaz-Parra? Justamente en que el mosaico urbano, que es producto de la segregación y la expulsión de sectores de espacios consolidados, termina siendo la punta del témpano de un proceso de producción estratégica del espacio que es mucho más compleja y que involucra determinantes estructurales como la intervención estatal en áreas degradadas, entre muchas otros. De este modo, este Capítulo aporta al debate necesario sobre cómo se apropia el espacio utilizando la desigualdad territorial proveniente del actual modo de producción y consumo.
Posteriormente, los Capítulos cinco, seis y siete refieren al análisis de cada caso. El quinto trabaja el caso del Centro Histórico de la Ciudad de México (CHCM). En el mismo se observa perfectamente la política estatal de renovación para la “mezcla” cultural tratando de transformar un espacio de sectores medios bajos en consumos habitacionales y culturales bohemios de sectores medianamente acomodados. Se observa claramente como buscando fomentar la “mezcla” de las identidades culturales en la ciudad se termina restringiendo y apropiando el espacio producido socialmente.
Por su parte, en el Capítulo seis el autor busca reinterpretar las experiencias del Movimiento de Ocupantes Inquilinos (MOI) en el centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Se observa en el trabajo del autor que la autogestión de la vivienda colectiva es, para los participantes del proceso, una herramienta de disputa entre sectores de bajos ingresos con los de altos por la centralidad de la ciudad. En este caso, de los tres, el autor encuentra una linealidad muy clara entre la teoría de Henri Lefebvre (
En el Capítulo siete el autor toma el caso de Sevilla, España. Aquí se observa un trabajo interesante sobre el componente empírico de la turistificación y el derecho a la ciudad. Las urbes españolas están inmersas en lógicas del turismo europeo que hace que la academia se posicione sobre el análisis de esta actividad en el entramado urbano. En el caso de Sevilla, Díaz-Parra relaciona esta idea de alienación cultural asociando, al proceso, no solo a la cuestión física del espacio sino, también, al componente superestructural que determina en muchos casos los niveles de dependencia funcional de las sociedades sojuzgadas.
Por último, se recomienda con entusiasmo el apartado metodológico hacia el final del libro. Se considera que el mismo puede aportar mucho a cualquier investigador que puede estar necesitando en esclarecer los modos y formas de investigar el proceso de gentrificación.
En este apartado mencionaremos algunas de las conceptualizaciones que encontramos en el libro, así como los abordajes teóricos y metodológicos que Díaz-Parra aporta al campo de los estudios de la gentrificación y la turistificación.
En el Capítulo tres se aborda de manera pertinente el neoliberalismo urbano como parte fundante de las maneras de producción estratégica del espacio en el capitalismo contemporáneo. Es muy interesante poder pensar las formas actuales de reproducción y circulación del capital (y sus ideas) a escala transoceánica.
Sin embargo, a nuestro modo de entender la obra, debemos preguntarnos más sobre la estrategia de producción espacial (así como también sus apropiaciones) y menos sobre el neoliberalismo urbano. En algunas investigaciones del campo de los estudios críticos, el concepto está cargado de repeticiones o reiteradas reinterpretaciones y pareciera que con solo mencionarlo se explicara todo el proceso de expulsión y desigualdad territorial existente.
Es interesante, en esta línea argumentativa, poder tomar los aportes de los geógrafos críticos brasileros que han sabido reinterpretar el proceso de producción social del espacio desde la vertiente del componente social/económico de la apropiación en nuestros territorios. Está claro que el espacio no solo se
De esta forma, el neoliberalismo urbano —a nuestro modo de ver— debe ser matizado a la luz de lo que Díaz-Parra interpreta en el Capítulo dos como “valorización estrategia del espacio”; siempre que la misma intente describir el proceso de producción de la desigualdad y no la consecuencia de la misma.
Otra conceptualización o abordaje analítico que nos interesa destacar es la mención tangencial de la relación global-local durante toda la obra. Si bien no es abordada de manera puntual, durante todo el trabajo está mencionada la relación existente entre el proceso global de las ciudades en la financiarización de las dinámicas de producción del espacio y las distintas asimilaciones a las escalas subnacionales. Siempre es importante destacar que el autor no toma “ciudades globales” al estilo de Tokio, Londres y Nueva York como lo hizo (mirando otro fenómeno) Saskia Sassen (
Así mismo, es importante destacar que existe en la obra un intento por reinterpretar las dinámicas globales y sus consecuencias locales para los estudios contemporáneos del fenómeno de interés.
Los estudios de caso muchas veces cometen el error de ser demasiado particularistas, mientras que los estudios macroestructurales cometen el pecado de no oír las voces de las dinámicas de las escalas
Al mismo tiempo, en el Capítulo cinco cuando se menciona la idea de “mezcla imposible” es realmente para destacar el esfuerzo intelectual por conceptualizar las estrategias que los actores de las renovaciones urbanas usan para tornar a la gentrificación como “positiva” en CHCM. Es necesario comprender, y el libro ayuda a eso, las conceptualizaciones que la academia produce son reinterpretadas por los actores políticos y sociales usándolas para la vida en general. De tal forma, renovación o gentrificación pueden tranquilamente transformarse en conceptos e ideas refundadoras de procesos urbanos cuando fueron pensadas para dinámicas expulsivas y desiguales.
Por otra parte, los estudios de la geografía crítica latinoamericana ya han discutido el concepto de gentrificación, en algunos casos han desestimado el concepto mientras que en otros han tomado posición a favor y en contra de un neologismo inglés que tiene, por lo menos, cincuenta años de historia en la academia mundial. La virtud del autor es poner a todos en diálogo e interpretar, en el Capítulo uno, una definición interesante asociada no solamente a la cuestión estrictamente física del espacio.
Desde mediados de la década de 1960 los estudios sobre gentrificación han sido variados disciplinar y continentalmente. Deberíamos preguntarnos ¿Es relevante estudiar la gentrificación hoy en España y en América Latina? ¿Constituye hoy una de las consecuencias principales del neoliberalismo urbano en estos países?
Podríamos argumentar que, luego de leer el título del libro, inmiscuyéndose en su lectura encontrará intentos de respuestas a esas preguntas. Pero, como todo buen trabajo, deja más interrogantes que certezas. No encontramos una definición taxativa desde la positiva o negativa respecto a la utilización del concepto en América Latina, ni si el concepto explica las dinámicas actuales de expulsión urbana. Más bien el trabajo abre puertas a pensar de trabajar un concepto que tiene mucho recorrido en la historia de los estudios urbanos. Por tal sentido, consideramos que es de suma relevancia el trabajo, pero leído desde el caso al concepto y no a la inversa.
Así como el contenido conceptual del trabajo es relevante, el abordaje metodológico también lo es, solamente porque invita a pensar los modos de investigar estos fenómenos. Consideramos que los estudios cuantitativos sobre los procesos de gentrificación son necesarios, pero no suficientes. Por lo cual, es relevante estudiar la gentrificación
Lo recientemente expuesto requiere de un encuadre metodológico novedoso que abandone los viejos binarismos de las investigaciones y logre condensar estudios económicos y culturales para lograr identificar las graves consecuencias cualitativas y cuantitativas del desarrollo desigual del territorio.
Por lo tanto, el texto cuenta con por lo menos dos cuestiones sumamente originales:
El encuadre conceptual de los primeros tres Capítulos es interesante y muestra que el autor maneja realmente una variedad de autores y teorías sobre los procesos de gentrificación, desplazamientos y turistificación.
La metodología de trabajo es osada y original siempre que piense estudiar el objeto desde una perspectiva escalar múltiple. Es decir, se toman casos de a un lado y al otro del océano y se los analiza con criterios comunes.
En cuanto a los aciertos podemos mencionar varios, destacaremos sólo algunos por Capítulo. Asociar la gentrificación con el proceso neoliberal como ideología proveniente del urbanismo hegemónico es una interesante reflexión (aunque una idea ya muy trabajada y quizá repetitiva) que permite poner blanco sobre negro respecto al condimento expulsivo del proceso (Cap. 1). Pensar la gentrificación desde la valorización estratégica del espacio es también un acierto que ayuda a identificar actores relevantes de especulación inmobiliaria asociados a la turistificación (Cap. 2). Entender que el proceso de renovación o revitalización de los centros responde a una estrategia de retorno a la “ciudad construida” enhebrada por el capital neoliberal transnacional también es un logro interesante del trabajo (Cap. 3). La identificación en los tres casos de una corriente del capital que buscará “volver a la ciudad construida” para revitalizar viejas construcciones y construir “Sohos”, “hábitats diferenciados”, “centros bohemios” consideramos que contribuye a las formas de interpretar estos procesos en ciudades de tercer escalafón global. Sin embargo, esto obedece no al asentamiento, sino a la ocupación de paso, por lo cual hay otro tipo de gentrificación (Capítulos 4, 5, 6 y 7).
Continuando la misma línea, los aportes también son diversos. Existen puntos de contacto interesantes entre los casos que ayudan a futuros trabajos para profundizar sobre los mismos. Por ejemplo, la búsqueda del capital por la cultura “bohemia” asociada a sectores acomodados de las ciudades, así como también el criterio jerárquico de la difusión cultural que requiere de estudios más detallados.
Logra, también, identificar en tres ciudades de tercer orden global distintos criterios planetarios de gentrificación que en algunos casos son vistos por los actores como positivamente.
Carlos Marx mencionó alguna vez que la burguesía fue (y es) la clase/estamento social más revolucionario de la historia, continúa siendo asombrosa su capacidad transformadora no solo sobre los medios de producción, sino también respecto a las formas de reinterpretar los mismos. Todo esto en ciudades donde no son ejemplos mundiales de la plena utilización de sus fuerzas productivas, es decir podríamos mencionarlas como
Por otra parte, la específica utilización de los conceptos de valorización estratégica del espacio para referirse a los procesos de incrementos en las tasas de retorno del capital en función a actividades estatales y empresariales de renovación constituye, a nuestro modo de interpretar la obra, un aporte interesante al campo de los estudios críticos de la gentrificación y la renovación urbana.
Para finalizar este apartado, mencionaremos algunas de las pocas debilidades que le encontramos al trabajo. El abordaje de los casos, a nuestra interpretación, es un poco parcial. Si bien, como se mencionó, es pertinente y constituye un acierto poder reinterpretar la gentrificación a la luz de tres casos, se los aborda con poca relación entre ellos. Parecen estudios aislados, alejándose bastante de los trabajos comparados. Si bien entendemos que el trabajo no tiene ese último fin, no quita que hubiese estado aún más interesante un análisis que pondere variables comparables.
Como se mencionó hay un esfuerzo subterráneo por leer el proceso global a una escala local. Como habitualmente sucede cuando mucho se abarca, hay cosas que quedan a mitad de camino. Entendemos que la lectura del proceso global es muy escasa para las características que se identifican a escala local. Consideramos que le falta un recorrido más exhaustivo por los agentes internacionales que influyen en la “gentrificación planetaria” para realmente comprender que el proceso es independiente a los casos, siempre teniendo en cuenta que la matriz local determina gran parte de la dinámica.
A modo de corolario en este apartado solo mencionaremos algunas de las reflexiones y preguntas que, entendemos, nos disparó el trabajo de Iban Díaz-Parra.
En primera instancia debemos destacar que, tal como se desarrolló en esta reseña, el libro es un aporte a la enunciación de preguntas sobre la gentrificación y la turistificación. Es importante mencionar que en el siglo
Podríamos argumentar que requerimos de nuevas metodologías para viejos problemas (de fondo o de origen). Un especialista en metodología nos podría rebatir este enunciado argumentando que si el problema no cambia entonces el método no tendría por qué hacerlo. Es probable que el especialista tenga razón. Pero acá mencionamos que los problemas de
Harvey (
Este problema sigue siendo el mismo desde la Revolución Burguesa en Francia de 1789. Bien, ¿eso quiere decir que no hay nada más que estudiar? Lejos de nosotros está entender eso, mucho menos en estudios tan dinámicos como los urbanos. Pero es pertinente preguntarnos: ¿la gentrificación explica cabalmente la realidad de la producción y apropiación desigual del espacio en el siglo
Si el problema (original) es el mismo, entonces, ¿cómo construimos metodologías novedosas para captar las desigualdades propias de un espacio-tiempo distinto? Si los problemas de la transnacionalización de las finanzas constituyen nodos de comando (
Entendemos también que la dinámica de la “ciudad global” (
Para finalizar nos gustaría mencionar que el estudio se enfoca en los habitantes de los espacios gentrificados (es decir en el
En definitiva, las formas de producción y apropiación del espacio producido socialmente siguen siendo violentas (aunque en algunos casos subterráneas). Se sigue intentando “vender una ciudad”, como el título de la obra lo indica, de formas diversas a la transnacionalización financiera. En algunos casos, los análisis no revisten mayor complejidad que una simple observación casual pues se presentan de manera explícita, pero en otras ocasiones requerimos de métodos más profundos para identificar los modos de apropiación y venta del espacio. Esta segunda instancia es la que Díaz-Parra construyó en su obra.
Sin embargo, las sociedades locales aún resisten y seguirán haciéndolo. Pues la identidad urbana es un derecho humano básico que las expulsiones territoriales están transgrediendo. Como escribió alguna vez José Larralde: “No venga a tasarme el campo con ojos de forastero; porque no es como aparenta sino como yo lo siento; su cinto no tiene plata ni pa’ pagar mis recuerdos”.
Quizá algunos autores son obviados y consideramos que deberían estar presentes como Hilda Herzer (renovación y gentrificación), Neil Brenner (urbanización planetaria, estrategias escalares estatales), Pedro Abramo (ciudad com-fusa) Milton Santos (transnacionalización del capital) o Pablo Ciccolella (transformaciones metropolitanas), entre muchos otros.