En el transcurso de los últimos años, como producto de los procesos sociales y económicos neoliberales, la pandemia por COVID-19 y la falta de políticas públicas que ofrecieran un acceso justo y digno a la tierra y la vivienda, se incrementaron los procesos de autogestión del hábitat. En este contexto, los diferentes actores que habitan los barrios populares reformularon sus posiciones y formas de organización, construyendo diversas soluciones y conocimientos en torno a la mejora de su hábitat. En este escenario, se construye el Programa Universitario “Atención Primaria del Hábitat” (APH-UNLP), el cual aborda aquellas problemáticas socio-habitacionales vinculadas a las condiciones físicas de la vivienda, las condiciones socioeconómicas, culturales y de género de los hogares, el acceso a servicios básicos, la condición de los espacios comunes, movilidad e infraestructuras de salud, educativas y socio-comunitarias. El objetivo del mismo es conocer las problemáticas para co-construir una serie de estrategias para el mejoramiento de las viviendas, en base a las necesidades y posibilidades de cada familia, tanto desde el punto de vista constructivo, económico y sociocultural. Este artículo profundiza sobre los contextos, la articulación de programas y proyectos previos, el enfoque y las estrategias metodológicas adoptadas, así como las reflexiones que emergieron desde la coproducción y articulación de actores y saberes durante el proceso de trabajo en diferentes barrios populares de la periferia platense.
In recent years, as a result of neoliberal social and economic processes, the COVID 19 pandemic and the lack of public policies offering fair and dignified access to land and housing, habitat self-management processes have increased. In this context, the different actors that inhabit the popular neighborhoods reformulated their positions and forms of organization, building diverse solutions and knowledge around the improvement of their habitat. In this scenario, the “Primary Attention to Habitat” University Program is built, which addresses those socio-habitational problems related to the physical conditions of housing, socio-economic, cultural and gender conditions of households, access to basic services, the condition of common spaces, mobility and health, educational and socio-community infrastructures. The objective is to understand the problems in order to co-construct a series of strategies for the improvement of housing, based on the needs and possibilities of each family, from a constructive, economic and socio-cultural point of view. This article deepens on the contexts, the articulation of previous programs and projects, the approach and the methodological strategies adopted, as well as the reflections that emerged from the co-production and articulation of actors and knowledge during the work process in different popular neighborhoods of the periphery of La Plata.
Como consecuencia de las sucesivas crisis económicas y sociales de los últimos años, la estructura tradicional de las ciudades se ha modificado tanto en su conformación como en su funcionamiento político-institucional. Esta situación, produjo barreras cada vez más rígidas y generó una tensión entre quienes pueden adaptarse al nuevo contexto y quienes quedan excluidos. Estos grupos sociales, forman parte de lo que se denomina “sociedad en riesgo” (
Frente a esta situación, se continúan degradando las condiciones del suelo urbano informal, el cual se caracteriza por ser un complejo multidimensional que involucra problemas relacionados con la propiedad del suelo urbano, la calidad de los servicios básicos, la calidad urbano ambiental del área, el proceso de ocupación en sí mismo y las condiciones socioeconómicas de los ciudadanos. Los asentamientos informales
En este contexto, se planteó la necesidad de reflexionar y proponer estrategias para abordar los aspectos más urgentes del hábitat. En esta línea, se presentó el Programa de Extensión Universitaria “Ambiente y Salud Comunitaria” denominado “Atención Primaria del Hábitat (APH) en Barrios Populares” (
En este sentido, el presente artículo expone los avances del Programa, cuyos primeros desarrollos se apoyan en espacios de organización territorial, profundizando en la interacción de los diferentes actores del hábitat popular. Particularmente, se trabaja en asentamientos informales de la ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires (Argentina). Los mismos, han sido seleccionados principalmente por las capacidades organizativas, gestionarias y de acción de sus habitantes, con los cuales se viene trabajando hace tiempo respecto a diferentes acciones de mejoramiento habitacional. En consecuencia, en este artículo, se exponen los lineamientos teóricos y metodológicos para la realización de un relevamiento socio-habitacional de las viviendas de dichos barrios populares, desde los aspectos constructivos, funcionales y de salubridad, así como las condiciones y capacidades laborales, productivas y gestionarías de los habitantes. Los mismos constituyen los primeros pasos del Programa, y permiten reflexionar sobre las estrategias de abordaje y perspectivas de estudio de las problemáticas del hábitat popular, como aporte a repensar nuestras intervenciones situadas en el contexto actual.
La informalidad urbana actual, encuentra una dinámica particular en todo el territorio latinoamericano y, puntualmente, en nuestra región: se produce y transforma a partir de dinámicas sociales populares. La misma, no surge únicamente por falta de regulación política institucional, sino más bien por las necesidades urgentes y concretas de una sociedad en riesgo. El hábitat popular es y ha sido la forma en que habitan los pobres, los sectores desposeídos de acceso a la tierra, urbanización, infraestructura, trabajo, equipamiento, etc. (
En este sentido, “
Ante la imposibilidad de acceder a una vivienda estatal y/o de emprendimientos privados, el acceso a la vivienda de los sectores de mayor vulnerabilidad continúa siendo de manera autogestionada. Por lo tanto, la autoconstrucción de la vivienda se constituye como una de las principales formas de producción de los espacios habitables. A pesar de los cuestionamientos de los años setenta que reconocen en la autoconstrucción el encubrimiento de diversas formas de sobreexplotación y trabajo precarizado (
Se pueden citar diferentes estrategias tendientes al mejoramiento habitacional impulsadas desde la universidad y el ámbito académico en vínculo con los sectores populares. Se hace referencia a procedimientos de producción de situaciones habitacionales satisfactorias a partir de reconocer el valor de las situaciones ya existentes y resultantes de las acciones populares espontáneas incorporando los modos de resolución propios (
Para nombrar ejemplos argentinos, el Programa Hábitat y Ciudadanía del Instituto de Investigaciones en Desarrollo Urbano, Tecnología y Vivienda de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata, se centra en la generación de tecnologías de inclusión social en territorios de extrema pobreza, en asentamientos urbanos y rurales (
Por su parte, desde el Estado argentino, en los últimos diez años, se han registrado una serie de programas y proyectos con la capacidad de dimensionar, registrar y asistir focalizadamente a los asentamientos informales. En primer lugar, se produjo un cambio sustancial en lo que antes se conocía como “políticas de urbanización”, ya que pasó a denominarse “integración socio urbana”. Sin embargo, en la práctica no parece cambiar sustancialmente respecto a lo anterior, pero enfatiza la necesidad de articular las mejoras físicas con un abordaje social y económico de las poblaciones destinatarias. En este sentido, a nivel provincial, en 2014, se construyó el Registro Público Provincial de Villas y Asentamientos Precarios (RPPVAP) en el marco de la Subsecretaría Social de Tierras, Urbanismo y Vivienda, que permitió identificar los asentamientos. En 2018, se creó el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU) —con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)—, el cual impulsa una serie de proyectos en ciertos barrios populares de mejora del hábitat y generación de empleo.
A nivel nacional, en 2017, se creó el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP), fruto de las negociaciones de las organizaciones sociales y no gubernamentales con el gobierno (
Con la pandemia se multiplicó la implementación de “políticas públicas con impronta territorial con el fin de ganar proximidad y gestionar las problemáticas ocasionadas por la COVID-19 a nivel local teniendo en cuenta las particularidades de los barrios y resaltando el cuidado comunitario” (
El último informe oficial sobre villas y asentamientos (
En el Partido de La Plata, ciudad objeto de estudio, se han registrado 162 asentamientos populares, que junto con Berisso (19 barrios populares) y Ensenada (18 barrios populares), conforman el Gran La Plata con un total de 199 barrios. Con 45.089 familias, 40.979 viviendas y una superficie aproximada de 2.200 hectáreas, constituye el área de la Provincia de Buenos Aires con mayor cantidad de villas, asentamientos precarios y otros tipos de urbanizaciones informales. En este sentido, es válido aclarar que: i. el 50 % no tiene acceso formal a la red eléctrica; ii. el 40 % no tiene su calle principal asfaltada; iii. el 80 % tiene basura acumulada en las esquinas o presencia cercana de un basural a cielo abierto, iv. el 80 % no tiene acceso a la red formal de gas; v. el 90 % no tiene acceso a cloacas; vi. El 50 % no tiene presencia de luminaria pública, entre otras falencias (
Como se observa en la
Centros comunitarios y comedores en barrios populares del Gran La Plata.
A partir de esta conceptualización y contextualización se abordará el enfoque metodológico del Programa APH así como el del artículo que se presenta.
El Programa se apoya y retroalimenta sobre las redes socio-comunitarias desde donde pensar la posibilidad de dimensionar, caracterizar y gestionar capacitaciones, así como organizar y accionar líneas de trabajo. La idea de “atención primaria del hábitat” (APH) apunta a comprender la vivienda y el hábitat como determinantes sociales de la salud, para pensar que el abordaje de sus problemáticas pueda ser convertidas en programas públicos de salud y espacios de atención primaria. En este sentido, el espacio universitario actúa como intermediario, propiciando experiencias piloto que permitan hacer aportes para pensar programas públicos en escalas mayores. Se plantea que los instrumentos generados por el Programa puedan ser replicados, adoptando la sistematización, la teorización y la reflexión de la práctica como parte fundamental de la metodología de trabajo.
Se parte de la caracterización respecto a la situación de la vivienda, incorporando dimensiones sociales, de género, de funcionamiento, constructivos, de salud, ambientales. Esto permite identificar y evaluar las capacidades particulares y colectivas respecto a los propios procesos de construcción y mejoras habitacionales. Para ello, se realizaron una serie de relevamientos sobre la situación socio-habitacional a nivel hogar/familia que permitió visibilizar variables ligadas a la situación de la vivienda que no se obtienen a través de los censos o registros oficiales existentes. Se apunta a realizar un diagnóstico participativo, donde la “participación” se entiende de manera amplia, virando hacia la idea de “co-producción”, donde los actores del territorio son parte de la producción del conocimiento en torno a sus problemáticas y las formas de abordaje, y no simplemente “población consultada”. Además, la construcción de un diagnóstico participativo implica problematizar con las familias sobre su situación habitacional individual y colectiva, así como reconocer las capacidades y recursos disponibles para motorizar futuras mejoras. El mismo, se estructura en cinco etapas de trabajo que se observan en la
Etapas del proceso de trabajo.
La propuesta de trabajo se apoya sobre las ideas de prácticas integrales, extensión crítica, coproducción, diálogo de saberes y tecnologías para la inclusión social. La integralidad es entendida “como la articulación de las funciones universitarias (enseñanza, extensión e investigación), interdisciplina y diálogo de saberes (científicos y populares)” (
Para definir los contenidos del relevamiento, como primer paso, se estudiaron en profundidad otras encuestas como las estrategias y dispositivos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas (INDEC), el Relevamiento de Asentamientos Informales de la organización Techo, y el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP). Es necesario aclarar que, si bien estos relevamientos tienen otras finalidades y escala de trabajo, han permitido realizar una aproximación a las dimensiones de la vivienda que se consideran críticas y prioritarias para las políticas públicas y/u organizaciones sociales.
En esta línea, para poder obtener información cualitativa y cuantitativa, se implementó una estrategia de triangulación metodológica. En palabras de Pi Puig: “
La información recabada en los relevamientos permite pensar una nueva etapa donde se diseñan diversas estrategias para encauzar el mejoramiento habitacional considerando la organización de talleres sobre construcción de tecnologías; la construcción de insumos técnicos para optimizar el uso de los programas sociales; la gestión de nuevos recursos; los asesoramientos individuales; hasta la propuesta de nuevas tecnologías sociales para resolver problemáticas no abordadas de las viviendas.
En función del enfoque y estrategia metodológica del programa, el presente artículo se vale de instrumentos y técnicas para arribar a los resultados obtenidos que se detallan a continuación:
Entrelazamiento de programas y proyectos de extensión en relación con el hábitat popular: se analizan las variables relativas al campo de estudio, localización, objetivo de las acciones, resultados obtenidos en relación con el presente programa, a partir de un cuadro síntesis.
Articulación de actores: realización de un mapa de actores, herramienta vinculada a la teoría de redes sociales, en donde la realidad social se observa desde las relaciones sociales, y desde donde participan actores sociales e instituciones sociales de diverso tipo (
Definición de aspectos clave para la elaboración de encuestas: se analizan los aspectos críticos para que una encuesta sea accesible a distintos usuarios y se plantean las necesidades prioritarias sobre la elaboración de la documentación anexa.
Realización de un mapeo colectivo de la situación socio-territorial: se propuso como una instancia conjunta de formación entre relevadores universitarios y referentes barriales.
Evaluación de los aspectos claves de la problemática del hábitat popular: se profundiza sobre la importancia del trabajo y la autoconstrucción, las trayectorias habitacionales y las condiciones de salud de las familias.
En la
Entrelazamiento de programas y proyectos de extensión.
Se observa que las experiencias analizadas en el cuadro abordan la problemática de los sectores populares, vulnerables o de escasos recursos en las periferias urbanas de diferentes territorios de Argentina, dando cuenta de la complejidad social, económica, y de recursos que en ellos se desarrollan. En algunos casos la población también involucra al hábitat rural, entendiéndolo dentro de la misma problemática de acuerdo con el contexto. Las metodologías utilizadas, involucran definiciones conceptuales que luego serán utilizadas en los trabajos territoriales y la llegada a las poblaciones. En todos los casos se destaca la participación multiactoral, la co-construcción, la construcción colectiva, que implica a las organizaciones sociales, públicas y entidades privadas en ciertos casos, como se destaca en Mar del Plata. Los aspectos metodológicos involucran formas participativas de acción, mediante asambleas, talleres, y asesoramientos entre grupos sociales diversos. En la mayoría de los casos se utilizan metodologías cualitativas para evaluar los procesos y en dos casos, en grupos universitarios y científicos con impronta tecnológica, se involucran actividades experimentales de validación cuantitativa. Los resultados obtenidos conllevan modos de acción, experiencias, mecanismos, formalización de acuerdos para lograr una mejora integral del hábitat, con énfasis en la vivienda y sus componentes. En ciertos casos se destaca la necesidad de reducir el riesgo sanitario. En todos los casos se destaca la capacitación y la formación de los actores intervinientes en los barrios, así como los universitarios, como eje fundamental.
Los aspectos destacados del análisis han contribuido al abordaje del Programa APH. A continuación, se desarrollan aspectos referidos al análisis multiactoral (definido según los programas analizados), así como de índole metodológica y de resultados.
En el marco de la post pandemia, las articulaciones entre actores del hábitat popular se profundizaron, encontrando una perspectiva de intercambio (reclamos y autogestión por un lado y producción de nuevos conocimientos situados sobre las problemáticas del hábitat, por el otro). En este sentido, la generación de redes permitió la coproducción de la estrategia metodológica y sus herramientas de trabajo de campo. Diversas instancias de diálogo e intercambio permitieron ir afinando los dispositivos y los contenidos de los mismos. La
Actores involucrados en el relevamiento y roles.
Las organizaciones de base territorial, sociales y políticas, constituyen uno de los actores principales de este proceso de trabajo. Las mismas han incorporado entre sus reivindicaciones y disputas, la mejora de las condiciones habitacionales y el acceso al suelo. La lucha por la tierra y la vivienda es parte de una serie de reclamos en torno a necesidades básicas insatisfechas y derechos vulnerados, que buscan abordar insertándose —de diversas maneras— dentro de sus horizontes políticos de transformación y prefiguración de nuevas relaciones sociales. Las organizaciones cumplen diferentes roles dentro de la comunidad: gestión de recursos financieros, gestión de alimentos, creación de espacios de capacitación, acompañamiento en diversos reclamos, construcción de equipamiento para el barrio, gestión de mejoramiento de calles, acceso a servicios, vivienda, entre otros. La gestión de las organizaciones sociales puede tener alcance local, regional y nacional. En este caso en particular, se ha trabajado conjuntamente con organizaciones de gran capacidad autogestionaria, las cuales tienen la posibilidad de acceder a diferentes financiamientos públicos. Asimismo, la participación en proyectos de esta envergadura les confiere mayor experticia para gestionar los recursos, además de aportarles conocimiento técnico.
El reconocimiento de la existencia de recursos públicos que han sido orientados a la mejora del hábitat (Programa Mi Pieza, o los Proyectos de Obras Tempranas, ambos de la SISU), constituyen un horizonte hacia el cual orientar los reclamos. Además, la existencia de estos programas ha fortalecido las capacidades de las organizaciones socio-territoriales para organizar el trabajo, detectar demandas, desplegar acciones de capacitación, encauzar emprendimientos productivos, u otro tipo de acciones. Capacidades de organización que, gracias a que las políticas públicas otorgan los recursos directamente a las organizaciones, permiten pensar nuevas formas de autogestión y organización para el trabajo, lejos de las lógicas productivistas y extractivistas.
En relación con el programa APH la definición y selección de los barrios en donde realizar el relevamiento, fue construida junto a las organizaciones sociales. Muchas de ellas, en este cambio de paradigma, han ampliado sus bases organizativas, constituyendo redes en diversos barrios de la región, incluso a nivel provincial y nacional. La organización con la que se realizó el relevamiento es el “Frente de Organizaciones en Lucha” (FOL), cuenta actualmente con más de quince asambleas barriales en el Gran La Plata, funcionando en centros comunitarios al interior de los barrios populares.
Para la determinación de los barrios con los cuales trabajar, se realizaron intercambios, ideas y propuestas en diferentes mesas de delegadas
Asimismo, otro de los consensos llevado a cabo con las organizaciones y los/las referentes barriales, fue la cantidad de personas, el cronograma de trabajo y las modalidades y cantidad de instancias necesarias. Un aspecto remarcado por las mismas, fue la necesidad de presentar la propuesta, primero en las instancias colectivas —como la asamblea— para que se conozca, se planteen las modificaciones necesarias, se establezcan las familias prioritarias, se definan vecinos/as acompañantes, etc. Paralelamente, fue fundamental elaborar material de difusión/explicación (
Volante de difusión barrial sobre el relevamiento.
Este Programa articuló esfuerzos de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la UNLP, y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, vinculando dos grupos de trabajo diferentes
La extensión universitaria brindó al Programa el marco institucional a partir del cual impulsar las acciones. Sin embargo, lejos de considerarla un ámbito aislado, se lo comprende entrelazado con la investigación y la formación en el grado (docencia). Se debe reconocer y recuperar el valor formativo y de construcción de conocimientos de las prácticas de extensión. Procesos donde los y las estudiantes interpelan y ponen en juego los conocimientos institucionalizados, al “vincularlos con problemáticas sociales de su tiempo y ponerlos a trabajar junto a las comunidades que las viven, promueven procesos de transformación subjetiva y reflexión ético-crítica favorecedoras de la asunción de posicionamientos personales y colectivos críticos, responsables y solidarios” (
Para llevar a cabo los relevamientos, se realizó una convocatoria a voluntarios de la FAU. Se implementó una serie de materiales visuales aprehensibles, invitando a un público amplio interesado en la problemática (
Difusión en la FAU para convocar voluntarios al relevamiento.
Convocatoria a estudiantes en la FAU UNLP.
Como parte del mismo proceso, se realizaron una serie de capacitaciones por parte del equipo del Programa orientadas a la formación de dichos estudiantes respecto a las problemáticas del hábitat popular en general, y en particular, de la situación de la ciudad de La Plata(
Primer y segundo encuentro de estudiantes/relevadores.
Para reforzar las instancias de intercambio, se realizó en la FAU, un mapeo colectivo realizado entre referentes, estudiantes e integrantes del equipo del programa (
Mapeo de los barrios con los vecinos en la FAU.
El Programa sirvió para condensar trabajos anteriores, permitiendo la integración y complementariedad de los avances realizados en materia de hábitat popular. Esta interacción y los intercambios con las organizaciones, permitieron un abordaje integral y transdisciplinario, incorporando aspectos referidos a problemáticas sociales, de género, salud, laborales y sobre las trayectorias habitacionales; aspectos constructivos y de confort higrotérmico para apuntar a las Tecnologías de Inclusión Social (TIS) a futuro; problemática energéticas y de saneamiento para tender a la incorporación de energías renovables, independencia energética, reducción de la pobreza energética; entre otros aspectos.
Otro de los sentidos del Programa, la encuesta —y su andamiaje de capacitaciones previas y talleres posteriores— es que todo se constituya como elementos aprehensibles por un público amplio, que puedan constituir a futuro herramientas para una salita de salud, para referentes “promotoras” de las organizaciones, para aplicar en una política de “atención primaria del hábitat” o para trabajar en espacios educativos. En este sentido, se pensó que todos los materiales, como por ejemplo la encuesta, tuvieran una lectura simplificada y de fácil acceso, con una estructura organizativa en función de la obtención de respuestas acotadas y certeras (
Fragmentos de la encuesta realizada.
Otro aspecto fundamental del proceso desarrollado en el Programa fue el
Ejemplo sistematización de la encuesta aspectos constructivos y plano vivienda.
En las instancias previas al relevamiento, esta idea de “tener el planito” de las viviendas fue señalado como una de las principales preocupaciones, un “planito” que les permita poder pensar cómo crecer, cómo mejorar la disposición de los espacios, y también como una forma de legitimar lo construido por ellos mismos.
Respecto al
Mapeo colectivo, Barrio Puente de Fierro, Comedor Casita compartida.
Como parte de los análisis producidos mediante el programa APH, se profundiza sobre la importancia del trabajo y la autoconstrucción, las trayectorias habitacionales y las condiciones de salud de las familias.
Respecto al trabajo y los procesos de autoconstrucción
Asimismo,
Finalmente se profundiza sobre las
Relevamiento en las viviendas y reunión de cierre de las jornadas en territorio.
El problema de la vivienda y el hábitat popular sigue siendo una tarea pendiente para las instituciones estatales, incluida la Universidad. Su crecimiento constante obliga a pensar respuestas que indaguen en la gran escala, que puedan replicarse, sistematizar y optimizar el uso de los recursos disponibles. Y, a la vez, debe pensarse situada en los territorios, reconocer a los actores y sus formas de organización, sus expectativas, proyecciones y capacidades. Los primeros pasos de este Programa permiten pensar algunas de las complejidades que el manejo de ambas escalas implica. Por un lado, la necesidad de generar estrategias claras y sistemáticas, pero que, al mismo tiempo, sean flexibles en su territorialización y su trabajo junto con los actores sociales. Por otro lado, comprender los contextos políticos y económicos que imprimen a la acción de las instituciones públicas y las formas de organización aspectos particulares. La disponibilidad actual de una batería de recursos que se destinan directamente a las organizaciones para ejecutar las obras plantea un escenario particular donde inscribir el aporte técnico-universitario.
La criticidad de la situación socio-habitacional requiere un abordaje que articule el saber técnico, el saber popular y las capacidades organizativas. En este sentido, el hecho de ingresar a los barrios de la mano de las organizaciones permite optimizar tiempo, recursos y saberes, pero principalmente, el abordaje mancomunado permitió revalorizar el trabajo de las organizaciones como productoras de conocimientos y fortalecer el vínculo con la Universidad. Las expectativas de mejora, modificación y/o ampliación de las viviendas se manifiesta en los vecinos/as enlazado a sus expectativas de mejorar la condición de vida de sus familias. A la vez, poder fortalecer las capacidades de detección de estas problemáticas, de parte de las organizaciones y referentes, es señalado como un aspecto importante para mejorar la gestión de futuros programas y/o destino de esfuerzos solidarios. Otro aspecto a destacar es el protagonismo de las mujeres en el proyecto habitacional, en la gestión del hogar y en las mejoras barriales, que requeriría de un análisis en profundidad.
Desde la Universidad pública, es interesante pensar con qué actores articular nuestras prácticas y construcción de conocimientos. Retroalimentar a las políticas públicas es una vía de acción, pero también reconocer, potenciar y acompañar otros esfuerzos de autogestión y producción que ocurren en nuestros territorios, también es una vía posible. Más aún, pensando en lo que implica la Universidad en las trayectorias formativas de futuros profesionales, hay una vía interna, que es volver sobre la sensibilización y fortalecimiento del pensamiento crítico de los propios estudiantes, docentes e investigadores.
La convocatoria mostró la necesidad de este tipo de espacios tanto en la facultad/universidad como en el accionar cotidiano. La convocatoria realizada a estudiantes de Arquitectura fue masiva e impulsó la integración y el intercambio de un importante grupo de trabajo que reflexiona, teoriza y acciona de y hacia el territorio.
Se apunta a repensar las relaciones entre los diferentes actores de la universidad y los del territorio. Lejos de plantear al Programa como una “extensión” de los conocimientos universitarios sobre los sectores vulnerables, se entiende que la retroalimentación es mutua, desde donde co-construir nuevos conocimientos.
Definimos, siguiendo a Varela y Cravino, a los asentamientos informales como “las urbanizaciones informales producidas por los mismos sectores populares” (
Los programas más significativos de la SISU han sido los Proyectos de Obras Tempranas (POT) desde 2020, los cuales apuntan a mejora de espacios comunitarios, construcción de veredas o conexiones domiciliarias de servicios, empleando mano de obra de los propios barrios. En la actualidad, han diversificado los programas destinados a los barrios populares, centrando su injerencia en la población que radica dentro de los reconocidos polígonos.
Los Barrios Populares son definidos conceptualmente como aquellos barrios comúnmente denominados villas, asentamientos y urbanizaciones informales, que se constituyeron mediante diversas estrategias de ocupación del suelo, que presentan diferentes grados de precariedad y hacinamiento, un déficit en el acceso formal a los servicios básicos y una situación dominial irregular en la tenencia del suelo. (
Una instancia de organización donde se constituye un espacio de reunión permanente conformado por delegadas (se utiliza la “a” debido a que, en general, son en su mayoría mujeres) de cada uno de los barrios donde la organización política impulsa trabajo de base territorial. Constituyen una instancia intermedia entre las asambleas generales y las organizaciones, donde se encauzan demandas de cada barrio y canalizan los recursos.
Uno de los grupos pertenece al Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido (IIPAC) y otro al Centro Interdisciplinario de Estudios Complejos (CIEC), ambos de la FAU-UNLP.
Se agradece profundamente a aquellas personas que han trabajado asiduamente a nuestro lado, principalmente en aquellas actividades llevadas a cabo en los barrios populares que se hace referencia en el presente documento. Estudiantes, becarios e investigadores en formación han sabido participar con gran entusiasmo y perseverancia. Por otro lado, a aquellos vecinos y referentes barriales de las organizaciones sociales que nos han acompañado. Muchas gracias por su valioso tiempo y acompañamiento en nuestras actividades. Este trabajo, es para ustedes.