Núm. 4 (2022)

La ley del más fuerte

Este cuarto número de 7 ensayos, titulado La ley del más fuerte, abre con el editorial homónimo de Lucas Rubinich sobre las utopías que diseña la cultura predominante que, en un estado de extraordinaria distribución desigual de la riqueza, define a la escasez a partir de la naturalización de esa desigualdad. Interroga cómo estas ideas adquieren forma en grandes sectores de la sociedad y, para comenzar a responderlo, contamos con la potente reflexión teórica de Ricardo Sidicaro en torno a la categoría de anomia, que explora sus múltiples dimensiones, relevantes para la comprensión de la sociedad contemporánea. La traducción del ensayo de Erik Baker construye una mirada crítica sobre justamente hipótesis en torno a lazos sociales débiles que estructuran nuestro presente. A partir la reseña de un libro que busca explicar con ideas durkhemianas las altas tasas de suicidio en la sociedad estadounidense, Baker revisa las omisiones de estos análisis, las implicaciones políticas de estos diagnósticos y se pregunta las posibilidades de canalizar estos malestares en una acción colectiva. El texto se publicó originalmente en la joven revista neoyorquina The Drift y encarna su espíritu de mezcla aparentemente contradictoria de optimismo cínico –mirada que nos acercó a esta reflexión por fuera de Latinoamérica.

En la sección Preguntas y Argumentos, Víctor Penchaszadeh desagrega de manera meticulosa los modos en que lógicas dominantes que reproducen inequidades –y muchas veces pensadas en abstracto– dan forma a cuestiones centrales de las ciencias de la salud y la vida. Otro aporte al tema es el de Sol Logroño que retoma el trabajo de Juan José Llovet para pensar las condiciones que dieron forma a sus preguntas por la salud pública, así como abrir interrogantes sobre los modos de pensar hoy los vínculos entre políticas públicas y sectores populares. Una trayectoria similar a la de Penchaszadeh, entre otros factores por su compromiso con la medicina social, es la de Graciela Uriburu, a quien entrevistamos por su sensibilidad ante los aspectos sociales que hacen a su práctica médica y por su trayectoria y experiencias rebeldes que, lejos de aparecer como actos heroicos aislados, se narran como procesos compartidos y, de manera sorpresiva para quienes la escuchábamos, como fracasos. La conversación con Graciela Uriburu abre un resquicio luminoso para repensar cómo retomar esas peleas a las que le siguieron derrotas que no lograron desintegrar sus convicciones, sino que motivaron nuevas transformaciones, así como la búsqueda por construir las condiciones para hacerlas posibles. Esta preocupación de fondo resuena en el artículo de Francisco Altamirano que parte de la lectura de La “otra transición”. Una lectura sobre la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires (1973-1975) de Sergio Friedemann, en el que explora cómo este período efervescente, si bien breve y derrotado, permite aprehender la complejidad de tradiciones político-culturales heterogéneas y en tensión y que, además, dejarían una herencia que sería retomada décadas después.

El artículo que cierra Preguntas y Argumentos es de Ernesto Meccia. Recupera su experiencia docente y de formación de investigadores, así como sus lecturas teóricas, con el objetivo de abrir un debate sobre cómo estudiar las diferencias hoy en la búsqueda de evitar exotizar o romantizar al otro, de volverse especies de emprendedores morales que generan otredades, para volver al clásico objetivo de la Sociología crítica por explicar por qué la gente hace o deja de hacer. Nicolás Viotti explora el potencial del pensamiento del Otro como un modo de cuestionamiento radical cuando toma la oportunidad de reseñar el libro de Andrea Novello para dejar sentadas preguntas sobre la complicada recepción de Lévi-Strauss en la Sociología y Antropología argentinas partiendo de proponer cómo el proyecto de modernización que asumió la homogeneización étnica y la secularización son procesos naturalizados en la sociedad argentina y también en las ciencias sociales. En Reinventar las tradiciones, Alma Monges reconstruye la trayectoria intelectual y vital del paraguayo Mauricio Schvartzman con una sugerente hipótesis sobre su apropiación creativa del marxismo para pensar América Latina y, en particular, su traducción para aprehender la particularidad de la cuestión indígena.

La revista cierra con la obra de la escritora brasileña Carolina Maria de Jesus, en particular con una foto de sus manuscritos que destacan las condiciones materiales adversas en las que escribía, cuestiones por las que recibió una primera y atenta recepción de espacios centrales de la literatura latinoamericana en los años sesenta, como detalla el agudo análisis de Lucía Tennina –que además editó su obra y narra cómo la actual potencia de la poesía de Carolina permitió descubrirla–, y que tensiona con su apuesta por encontrar un espacio liberador en la escritura y la cultura impresa que le aparecían como ajenas y contrarias. Ello nos presenta un desafío como estudiosos que podemos llegar a circunscribir las miradas sobre lo social para aquellas producciones literarias y artísticas de los márgenes, perspectiva que podría replicar el proceso de formación de otredades, sin dar cuenta de la riqueza que el análisis de las obras y sus explicaciones sociológicas permiten destacar en estas literaturas.