La estigmatización ha signado la convivencia con el VIH. Esto repercute negativamente en la salud de las personas positivas e impacta en la población general puesto que, a través del miedo, se puede desalentar el testeo regular y la detección temprana de la infección. Uno de los principales componentes que sostienen la estigmatización es el bajo conocimiento sobre el VIH-sida. El objetivo del presente estudio es indagar el nivel de conocimiento sobre VIH-sida en población de jóvenes y adultos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y su relación con variables sociodemográficas. Se encuestó a 201 participantes de entre 18 y 60 años inclusive en un diseño muestral por cuotas, preservando la representatividad de la muestra en relación al sexo, edad, nivel de instrucción y nivel socioeconómico. Se advierte en los participantes un escaso nivel de conocimiento sobre la diferencia entre VIH y sida, la PrEP, la PEP y la intransmisibilidad del virus por vía sexual en personas con carga viral indetectable. Por el contrario, se observó mayor conocimiento sobre las vías de transmisión del virus. El género y la edad no se asociaron a diferentes niveles de conocimiento, mientras que los participantes con religión evangélica, un menor nivel de instrucción formal, o un menor nivel socioeconómico mostraron porcentajes inferiores de conocimiento en distintas variables relevadas. Estos resultados enfatizan la necesidad de ejecutar las prerrogativas de la Ley de Educación Sexual Integral en lo concerniente al acceso a información actualizada sobre sexualidad y prevención de infecciones de transmisión sexual.
Stigmatization has marked the HIV pandemic, and has impacted negatively on the health of people living with HIV and overall population since fear may discourage regular testing and early detection. One of the main components that sustain stigmatization is the scarce knowledge about HIV-AIDS. The aim of this research is to analyze the level of knowledge about HIV-AIDS among the young and adult population dwelling in the Autonomous City of Buenos Aires, and its correlate with sociodemographic variables. 201 participants aged 18 through 60 years old were surveyed in a quota sampling design. The sample representativeness was preserved in relation to sex, age, education, and socioeconomic level. The results revealed that participants have a scarce knowledge about the difference between HIV and AIDS, PrEP, PEP, and the virus non-transmissibility through sexual intercourse with people with undetectable viral load. On the contrary, it was observed greater knowledge about the transmission routes of the virus. Gender and age were not associated with different levels of knowledge, while participants’ religion, formal education level, and socioeconomic level are associated with lower percentages of knowledge in the different variables surveyed. These results emphasize the need to fully implement the prerogatives of the Act N°26.150 Comprehensive Sex Education - Argentina, regarding access to updated information on sexuality and prevention of sexually transmitted infections.
En el 2021 se cumplieron 40 años del descubrimiento de personas afectadas por lo que en 1986 adoptaría el nombre de virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Desde aquel entonces, la humanidad ha convivido, sin cura ni vacuna, con una de las pandemias más destructivas: a la fecha, se estima que hay 37.9 millones (32.7 – 44.0 millones) de personas con VIH, y que más de 34 millones de personas han muerto a causa del sida
El VIH es un retrovirus que pertenece a la familia de los lentivirus y se clasifica en dos tipos: VIH-1 y VIH-2. El VIH-1 es el causante principal de la pandemia mundial, mientras que el VIH-2 se encuentra preponderantemente confinado a zonas del África occidental y, aunque resulta menos patogénico y transmisible, también posee la capacidad de decantar en sida. El VIH infecta principalmente a las células inmunológicas linfocitos T CD4, cuya relevancia radica en que comandan un gran número de respuestas inmunitarias, destruyéndolas de forma progresiva y empleando sus mecanismos metabólicos para producir nuevas copias virales (
El avance científico en los aspectos biomédicos de la infección ha configurado un cambio abrupto de su tratamiento y pronóstico a partir de la aparición en 1996 del TARGA (Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad), el que combinando la administración de drogas antirretrovirales logra controlar la infección y la convierte en una condición crónica (
Los procesos psicosociales de estigmatización han signado la convivencia con este virus y han repercutido negativamente en la salud mental de las personas positivas, como lo evidencia su asociación con indicadores negativos como depresión, riesgo suicida o abuso de sustancias psicoactivas (
Se realizó un estudio de tipo transversal en el cual se delimitó a la población como las personas residentes en CABA que tuvieran entre 18 y 60 años inclusive. Se restringió el universo a esta franja etaria para facilitar su muestreo y debido a que es la franja con mayor incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) (
Se encuestó un total de 201 personas en dos etapas de relevamiento, residentes de CABA, dentro de los cuales el 49.8% consignó un género masculino (
Además, se indagó si el/la participante conocía a alguna persona con VIH y, en caso afirmativo, su grado de cercanía (con opciones de respuesta que oscilaron entre 1 = ‘Muy baja’ y 5 = ‘Muy alta’), así como el medio de comunicación a través del cual accedió a información por última vez sobre el tema (‘TV’, ‘Radio’, ‘Páginas web’, ‘Redes sociales’, ‘Campañas en la vía pública’, ‘Otro’) (ver el contenido de las preguntas en la sección de Resultados).
En el presente estudio se presentan los datos relevados en la primera (
En la
En primera instancia, la encuesta indagó si el participante conocía personalmente a alguien con VIH. La mayoría respondió negativamente (63.2%,
*: No corresponde dado que en los datos censales se registra la variable sexo, sin contemplar las categorías de género no binario u otros.
Masculino
100
49.8
2.5
Femenino
99
49.3
-3.5
No binario
1
0.5
* No corresponde
Otro
1
0.5
* No corresponde
18 a 29 años
68
33.8
4.5
30 a 44 años
79
39.3
-0.4
45 a 60 años
54
26.9
-4.1
Hasta secundario incompleto
38
18.9
-3.0
Secundario completo / Terciario-Universitario incompleto
93
46.3
-0.1
Terciario-Universitario completo / Postuniversitario
70
34.8
3.1
ABC1
50
24.9
8.5
C2
50
24.9
-8.9
C3
56
27.9
0.8
D1
35
17.4
-1.7
D2E
10
5.0
1.3
La
81
120
0
40.3
59.7
0
‘El síndrome de inmunodeficiencia adquirida'
33
42
5
16.4
20.9
2.5
‘El virus de inmunodeficiencia humana'
54
15
11
26.9
7.5
5.5
‘Es una infección de transmisión sexual'
77
3
0
38.3
1.5
0
‘Es la etapa avanzada o final del sida'
13
57
10
6.5
28.4
5.0
‘Es el virus que ataca el sistema inmunológico humano y que sin tratamiento puede provocar sida'
68
4
8
33.8
2.0
4.0
‘Relación sexual (anal o vaginal) sin protección con preservativo o campo de látex’
199
2
0
99.0
1.0
0
‘Relación sexual oral sin protección con preservativo o campo de látex’
125
45
31
62.2
22.4
15.4
‘Transmisión de una madre con HIV a hijo/a durante gestación o parto (transmisión vertical)’
135
28
38
67.2
13.9
18.9
‘Compartir utensilios con una persona con HIV’
18
174
9
9.0
86.6
4.5
‘Transmisión de una madre con HIV a hijo/a durante lactancia’
54
80
67
26.9
39.8
33.3
‘Compartir un beso con una persona con HIV’
24
158
19
11.9
78.6
9.5
‘Compartir un mate con una persona con HIV’
14
171
16
7.0
85.1
8.0
‘Compartir jeringas no esterilizadas con una persona con HIV’
193
2
6
96.0
1.0
3.0
‘Compartir un abrazo con una persona con HIV’
4
192
5
2.0
95.5
2.5
Al indagar sobre las vías de transmisión del VIH, se observa que casi la totalidad de la muestra (99%,
En la
En lo relativo a I=I, un 26.4% (
A continuación, se reportarán las asociaciones y comparaciones que arribaron a la significación estadística o a una significación marginal (
20
180
-
10.0
89.6
-
‘La PrEP consiste en tomar regularmente medicación que previene la infección por HIV y otras infecciones de transmisión sexual’
7
10
3
3.5
5.0
1.5
‘La PrEP consiste en tomar regularmente medicación que previene únicamente la infección por HIV’
10
7
3
5.0
3.5
1.5
‘Tomar medicación por única vez para prevenir la infección por HIV’
5
12
3
2.5
6.0
1.5
37
164
-
18.4
81.6
-
‘La PEP previene la infección por HIV y consiste en una toma única de medicación durante las primeras 72 hs luego de una situación de riesgo’
10
17
10
5.0
8.5
5.0
‘La PEP previene la infección por HIV y consiste en tomar medicación durante 28 días, a partir de dos semanas luego de la situación de riesgo’
7
20
10
3.5
10.0
5.0
‘La PEP previene la infección por HIV y consiste en tomar medicación durante 28 días, a partir de las primeras 72 hs luego de la situación de riesgo’
21
3
13
10.4
1.5
6.5
53
148
-
26.4
73.6
-
‘Está curada del HIV’
4
158
39
2.0
78.6
19.4
‘No puede transmitir el virus por vía sexual’
41
99
61
20.4
49.3
30.3
‘No puede transmitir el virus por ninguna vía’
13
124
64
6.5
61.7
31.8
‘Puede transmitir el virus por vía sexual si tiene relaciones sin preservativo’
130
23
48
64.7
11.4
23.9
‘El HIV no podrá atacar su sistema inmunológico, por lo que tendrá un buen estado de salud’
84
45
72
41.8
22.4
35.8
Se halló una asociación marginalmente significativa entre la variable religión y la condición de autorreportar conocer o no la diferencia entre VIH y sida,
En cuanto a la diferencia entre VIH y sida, se halló que los grupos separados en función de su conocimiento difirieron significativamente en el nivel de instrucción formal,
Se hallaron diferencias en el nivel de instrucción formal al comparar grupos en función de sus respuestas sobre la posibilidad de transmisión por compartir utensilios,
Los que autorreportaron haber leído o escuchado sobre I=I presentaron un mayor nivel de instrucción formal,
En primer lugar, el 54.1% de los que sí conocía a alguien seropositivo consignó conocer la diferencia entre VIH y sida, mientras que este porcentaje desciende a 32.3% entre el resto,
Los datos no se vieron modificados en función del momento de relevamiento. Esto reviste interés dado que los mismos fueron recogidos en febrero y marzo de 2020 y 2021. En el período intermedio, los habitantes de CABA vivieron la primera ola de la pandemia del SARS-CoV-19, las medidas de restricción de movilidad y un alto nivel de exposición a información relativa a patógenos e infecciones. Sin embargo, los datos de nuestra muestra no sugieren que tal experiencia haya incidido en el nivel de conocimiento sobre el VIH.
Se observó un desconocimiento mayoritario sobre la diferencia entre VIH y sida (59.7%), mientras que sólo una proporción minoritaria (13.14%) pudo dar cuenta cabal de la misma al ser evaluada. También se advirtió un muy bajo nivel de conocimiento sobre métodos alternativos de prevención al preservativo como la PrEP y la PEP: en ambos casos, el autorreporte de conocimiento se situó por debajo de los 20 puntos porcentuales. Nuestros datos sobre el nivel de conocimiento acerca de la existencia de la PEP resultan considerablemente más bajos a los reportados recientemente en otro estudio, en el que hallaron que un 75% de los encuestados conocían este método de prevención (
En lo concerniente a I=I, sólo un 26.4% de los participantes de nuestra muestra consignó haber leído o escuchado sobre el tema. Aún luego de que los participantes escucharan un pequeño extracto de información al respecto, sólo el 2% pudo dar cuenta cabal de sus implicancias. En lo concerniente a las vías de transmisión del VIH se observó un mejor nivel de conocimiento (en comparación con las otras variables): el 74.6% identificó a la perfección que el VIH, a diferencia de infecciones respiratorias como el SARS-CoV-2, no se transmite por compartir utensilios, mate, abrazos o besos. Por su parte, más del 96% de la muestra identificó correctamente como vías de transmisión a las relaciones sexuales vaginales o anales sin protección y a compartir jeringas sin esterilizar. Sin embargo, el porcentaje de personas que autorreporta no conocer la respuesta aumenta cuando se indaga sobre el sexo oral, lactancia y transmisión vertical como vías de transmisión del VIH.
El género y edad no mostraron asociaciones sustantivas con casi ninguna de las variables relevadas. Por el contrario, se halló que los participantes evangélicos presentaron un peor nivel de conocimiento que el resto de la muestra. Si bien estos datos sugieren un vínculo entre el tipo de práctica religiosa y los conocimientos y creencias en torno al VIH-sida, no se puede descartar que sea una relación espuria. Los evangélicos tuvieron un menor nivel educativo y pertenecieron a estratos socioeconómicos más bajos que el resto de la muestra. Puede que el vínculo entre la práctica religiosa y el conocimiento sobre VIH-sida refleje un menor acceso educativo general de este subgrupo, dado que también se hallaron asociaciones entre peor grado de conocimiento y menor instrucción formal.
Sin embargo, no hay datos actualizados sobre los niveles de estigmatización local en población no infectada. El modelo de Earnshaw y Chaudoir propone que los mecanismos del estigma en personas no infectadas se manifiestan por tres componentes diferenciables: prejuicio (emociones y sentimientos negativos como miedo, disgusto o bronca a las personas con VIH), estereotipos (creencias sobre las personas con VIH) y discriminación (manifestaciones conductuales de perjuicio a personas con VIH). El sostenimiento de altos niveles de estigma puede desalentar el testeo en población general por miedo a un resultado positivo. También, los estereotipos rígidos en relación a las características asociadas a personas positivas pueden deteriorar el acceso a la evaluación en otros grupos, como en los mayores de 50 años (
En conjunto, estos datos enfatizan la necesidad de reforzar el acceso a la información en aspectos relevantes sobre el VIH-sida en población general de jóvenes y adultos de CABA. Resulta alarmante el alto nivel de desconocimiento de métodos de prevención alternativos que ya se encuentran aprobados en nuestro país y disponibles en CABA, como lo es la PEP. Promover el conocimiento sobre su existencia y accesibilidad también podría alentar a que víctimas de violación sexual acudan al sistema de salud en búsqueda de ayuda para disminuir los daños.
Como aspecto positivo, en los participantes de nuestra muestra el acceso a la información mejoró conforme los participantes mostraron mejor nivel educacional. Esto enfatiza la necesidad de utilizar a las instituciones educativas durante la infancia y adolescencia para asegurar el acceso a información actualizada que propicie comportamientos de autocuidado y prevención de ITS, tal como establece la Ley de Educación Sexual Integral (
El presente trabajo se encuentra inserto en un estudio macro cuyo objetivo es, por medio de un muestreo por cuotas, alcanzar la representatividad muestral en relación a la edad, sexo, nivel educativo y nivel socioeconómico. Si bien las proporciones que se hallaron, en la mayoría de las variables, fueron cercanas a las estimaciones poblacionales, nuestra muestra arroja una sobrerrepresentación de participantes de nivel socioeconómico ABC1 y una subrrepresentación del nivel C2. También se pudo observar una ligera sobrerrepresentación de los sujetos con nivel de instrucción terciaria o universitaria completa, y de participantes de hasta 30 años en detrimento de los mayores de 44 años. Se proyecta mejorar estos diferenciales en las siguientes cuotas muestrales, resituando los puntos de relevamiento. Posiblemente, cuando se incorpore un mayor porcentaje de participantes de menor nivel de instrucción y socioeconómico los guarismos relativos al acceso al conocimiento tiendan a empeorar. Por esto, la conclusión general del trabajo, según la cual se advierten niveles bajos de conocimiento sobre el tema en población general de CABA, no se vería alterada.
Por otro lado, el tamaño muestral de 201 participantes no permitió realizar análisis multivariados para ponderar el pesaje relativo de las asociaciones entre variables sociodemográficas con el nivel de conocimiento. Esto resulta de interés al trabajar con características correlacionadas entre sí (e.g., nivel socioeconómico, nivel de instrucción formal y religión). La incorporación de las subsiguientes cuotas muestrales incrementará el tamaño de la muestra y permitirá el estudio desagregado de los predictores estadísticos de distintos niveles de conocimiento. Finalmente, para la realización del diseño muestral se circunscribió el estudio a residentes de CABA. Futuras investigaciones del equipo compararán los resultados con datos de otras localidades utilizando la misma encuesta. Considerando que CABA posee niveles de instrucción formal por encima del promedio nacional (
Como principal fortaleza puede señalarse que el estudio no desdeña un aspecto habitualmente descuidado en las investigaciones psicosociales: la representatividad de la muestra. Este tipo de desatenciones metodológicas han contribuido a una creciente crisis de replicabilidad en las ciencias sociales (
Luego de cuarenta años de pandemia de VIH, se advierte en los sujetos de nuestra muestra un bajo conocimiento general sobre aspectos vinculados al VIH-sida en CABA. Estos resultados enfatizan la necesidad de ejecutar las prerrogativas de la Ley de Educación Sexual Integral en lo concerniente al acceso a información actualizada sobre sexualidad y prevención de ITS. Especialmente llama la atención el bajo conocimiento sobre métodos alternativos de prevención disponibles en CABA, como la PEP, así como el bajo conocimiento y muy pobre comprensión de I=I. Reforzar la divulgación a través de diferentes canales de comunicación tendría consecuencias positivas para la salud tanto de la población infectada como no infectada. Para los primeros, disminuiría la percepción de riesgo y el miedo, y con ello, probablemente los niveles de estigmatización y discriminación. Para los segundos, incentivaría las conductas de autocuidado como el testeo regular y el empleo de métodos alternativos de prevención.
La Real Academia Española admitió en 1992 la lexicalización de la sigla SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) para su uso como sustantivo común, por lo que en el presente escrito será utilizado con minúscula. Ver
Si bien en la encuesta elaborada se indagó por la variable género (‘masculino’, ‘femenino’, ‘no binario’, ‘otro’), el diseño muestral fue realizado conforme a la variable sexo puesto que es la empleada por el INDEC y no se dispone de datos censales relativos al género.
La PrEP consiste en la toma diaria de antirretrovirales con el fin de prevenir la infección en personas sin VIH, mientras que la PEP consiste en la prevención de la infección a través de la toma de antirretrovirales desde antes de las 72 hs posteriores a una exposición de riesgo y por un total de 28 días como mínimo. Ambos métodos han mostrado ser altamente efectivos para la prevención de la infección (e.g.,
En la escala se empleó el acrónimo en inglés HIV en lugar de su correspondiente en castellano VIH dado que el primero es de utilización más frecuente en público general de Argentina.