Narrar la pérdida. Reconstrucción narrativa de la identidad durante el duelo.

Resumen

En las sociedades occidentales se tiende a negar la muerte, el malestar, el duelo y todo aquello que provoque dolor y sufrimiento. La sociedad impone la búsqueda de la felicidad no permitiendo exteriorizar la tristeza, el llanto por la muerte de un ser querido y así nuestros duelos. A lo largo de los siglos fue modificándose el lugar donde transitar la muerte: de los domicilios a las instituciones de salud. Y con ello también se produjeron modificaciones en las manifestaciones del duelo, obligando a ocultarlas y a vivirlas en soledad. La muerte de un ser querido nos interpela en todo nuestro ser. Implica la pérdida del Otro, pero también la pérdida de uno mismo en función del vínculo construido con ese Otro. En ese sentido produce un quiebre en nuestra identidad. Cuando la persona experimenta una pérdida, se altera su mundo de supuestos, de creencias, de valores, su manera de concebir el mundo y sus vínculos. La reconstrucción narrativa de la identidad durante el duelo permite la configuración de sentido, significado y trascendencia a una experiencia que generalmente se presenta como caótica, dolorosa y desestabilizante. El duelo, en tanto disrupción biográfica implica el proceso de narrar (nos) “¿Quién soy ahora?”