Cuadernos de Marte
Año 10 / N° 19 Julio – Diciembre 2020
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La Marcha de la paz y la
reacción represiva del gobierno peronista frente a la campaña comunista contra
el envío de tropas argentinas a Corea.
The Peace March and the repressive
reaction of the Peronist government against the communist campaign counter to
sending Argentine troops to Korea.
Marina Kabat *
Recibido: 30/1/2020 – Aceptado: 31/10/2020
Cita sugerida: Kabat, M. (2020). La Marcha de la paz y la reacción represiva del gobierno peronista frente a la campaña comunista contra el envío de tropas argentinas a Corea.. Cuadernos de Marte, 0(19), 373-403. Recuperado de https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/cuadernosdemarte/article/view/6287
Resumen
El
18 de julio de 1950 obreros de Pérez marcharon a Rosario (provincia de Santa
Fe, Argentina) donde, junto con trabajadores de esa ciudad, realizaron un acto
y una manifestación por el centro contra la participación argentina en la guerra
de Corea. La manifestación fue organizada por el Partido Comunista. Ya durante
el transcurso mismo de los acontecimientos, dirigentes peronistas
desautorizaron la movilización y advirtieron sobre la presencia en la
organización de la protesta de actores ajenos al movimiento peronista. Sin
embargo, esto no detuvo la protesta que continuó adelante y consiguió sus
objetivos. El gobierno dio marcha atrás con su intento de enviar tropas
argentinas a Corea. Al mismo tiempo, en respuesta a esta manifestación, el
gobierno intensificó su represión al Partido Comunista, proceso que tiene una
de sus máximas expresiones en el asesinato de Jorge Calvo, quien dirigía
precisamente la campaña comunista contra la guerra de Corea en Argentina.
Palabras claves:
Guerra de Corea, marcha de la paz, comunismo, peronismo, obreros ferroviarios
Abstract
On July 18, 1950, Pérez’s workers
marched to Rosario (Santa Fe province, Argentina) where, together with workers
from that city, they held an act and demonstration by the town center against
Argentina's participation in the Korean war. The demonstration was organized by
the Communist Party. During the day Peronist leaders disallowed the
mobilization and warned about the presence in the organization of the protest
of actors outside the Peronist movement. However, this did not stop the protest
that continued and achieved its objectives. The government backed down with its
attempt to send Argentine troops to Korea. At the same time, in response to
this demonstration, the government intensified its repression of the Communist
Party. A milestone in this process was the murder of Jorge Calvo, who led the
communist campaign against the Argentine participation in the Korean war.
Keywords: Korean War, peace march, communism, Peronism,
railway workers
Introducción
Este artículo aborda la represión peronista al
movimiento contra la participación argentina en la guerra de Corea. Este
movimiento de índole pacifista impulsado por el Partido Comunista, así como su
represión estatal, ha sido poco estudiado. Uno de los hitos de este proceso es
la denominada, “marcha de la Paz”, de julio de 1950. En gran medida, la
historiografía aún se remite al texto de Félix Luna[1] para referir a este
suceso. Pero, como lo mostraremos más tarde, la crónica de este historiador
incurre en algunas imprecisiones luego replicadas por quienes lo citan.
En el último tiempo, se han producido aportes
parciales provenientes de estudios regionales, como los de María Mercedes Prol[2]. A su vez, Baladoni ha
realizado una investigación específica sobre la Marcha de la Paz, aportando
además del análisis de diarios el de importantes testimonios.[3] Sin embargo, aún quedaban
aristas sin estudiar de esta movilización y de sus repercusiones, al tiempo que
estaba pendiente su incorporación a un balance más amplio de la campaña
nacional emprendida por el PC y su represión por parte del gobierno peronista.
Este trabajo es el que desarrollamos aquí en base a prensa local, nacional y
extranjera, documentos del Archivo Intermedio del Archivo General de La Nación,
Fondo Fiscalía Nacional de Recuperación Patrimonial y Fondo Ministerio del
Interior: Expedientes secretos Confidenciales, secretos y reservados.
Es nuestra hipótesis que la Marcha de la Paz no
solo incidió en la modificación de la política exterior del peronismo, al
bloquear su decisión de enviar tropas a Corea, sino que también dio lugar a un fuerte
despliegue represivo. Este buscó cercenar la influencia que el Partido
Comunista podía alcanzar mediante su campaña por la paz.
Presiones
norteamericanas y planes de Perón
Al
desencadenarse la guerra de Corea, en junio de 1950, año en que Argentina estaba
gestionando un crédito norteamericano del Eximbank, Perón proyectó el envío de
tropas. Hizo que el Congreso apresurara la ratificación del TIAR, Tratado
Interamericano de Asistencia Recíproca. El acuerdo había sido firmado en Río de
Janeiro en 1947, y comprometía la defensa mutua, complementando y reforzando el
acta de Chapultepec. El Tratado fue ratificado por el Congreso Argentino el 19
de julio de 1950.
Según
el entonces Ministro de Relaciones Exteriores, Hipólito Paz, esto se hizo
porque se pensó que la guerra podía extenderse y se buscaba evitar que la
Argentina quedara apartada de los mercados norteamericanos.[4] De hecho, esta previsión
coincidía con las expectativas previas del mismo Perón en torno una posible
Tercera Guerra Mundial, que permitiera a la Argentina replicar su papel de
granero del mundo. Tras conseguir el fallo parlamentario favorable al TIAR,
Perón le escribió al subsecretario de Estado norteamericano Edward Miller:
“El
gobierno y el pueblo de la Argentina han querido esta vez –cuando los Estados
Unidos han adoptado la magnífica decisión de detener a Rusia en sus insidiosas
y arteras maniobras-, trabajar rápidamente convirtiendo el Tratado en ley y asegurando,
en la medida que estamos involucrados, la unidad continental y la firme
decisión de defenderla en un frente unido y decidido.”[5]
El 7
de julio el Consejo de Seguridad exhortó a los miembros de las Naciones Unidas
a que enviaran tropas comandadas por Estados Unidos. Días después, el Canciller
argentino, Paz, envió un telegrama al secretario general de la ONU informando
la disposición argentina de cumplir con los tratados suscriptos. Paz había
convencido a Perón de mandar un contingente de voluntarios y hacerlo pronto,
sin dilaciones. Quería que los argentinos fuésemos los primeros en tomar esta
decisión. Esto se pondría a prueba cuando el 14 de julio la ONU consultara a la
Argentina si el gobierno proveería fuerzas combatientes. Tres días después, el
Canciller Paz contestó que, de acuerdo con compromisos internacionales,
Argentina esperaba que el Comando Unificado se pusiera en contacto directo con
el gobierno. [6]
Esto
generó satisfacción en los medios diplomáticos norteamericanos y fue celebrado
por la prensa norteamericana.[7] Para ese entonces ya
estaba decidido el envío de un contingente de tropas para lo cual ya se habían
encargado las operaciones de prensa pertinentes. Paz, insiste en sus memorias
que se tratarían solo de tropas voluntarias.[8] Sin embargo, existe la
posibilidad de que se tratara de un proyecto más amplio, tal como lo
denunciaban los comunistas en su momento.[9] Los diarios
norteamericanos señalaron que las fuerzas que la Argentina enviaría serían de
importante tamaño. The New York Herald
Tribune escribió: “It is known that President Juan Peron, whose relations
with the United Satetes have improved considerably is considering sending a sizable Argentine force into
Korea” [10]
El seminario La Prensa de Nueva York
dijo: “Argentina está considerando enviar una substancial fuerza a Corea”[11]y
El diario de Nueva York, indicó que
Perón estaba dispuesto a enviar “un poderoso contingente”.[12]
Pero,
la movilización obrera, que analizaremos en el próximo acápite, se encargó de
torcer los planes presidenciales.
Según Paz, tras las movilizaciones fue llamado
con urgencia al despacho de Perón. El presidente primero aludió a que la
información publicada por la prensa era falsa. Ante esto Paz, le mostró el cable enviado a
Estados Unidos, con correcciones de puño y letra de Perón. Éste entonces
reconoció que la información de los medios era correcta y que tenía su visto bueno
y pidió disculpas a Paz. Según este último, el presidente le dijo: “Sabe que
había olvidado ese detalle. Discúlpeme, lo que ocurre es que se ha producido un
vasto movimiento nacional contra el envío de tropas. ¿Cómo explicarles que van
a ser solo voluntarios?” [13].
Según, Paz a la tarde el presidente dijo
que haría lo que el pueblo quisiera. Solo se envió carne como contribución a la
guerra.[14]
Como señalamos más adelante, Paz confunde la
fecha de los acontecimientos, ya que el discurso donde Perón señala que hará lo
que el pueblo quiera es anterior a las movilizaciones. El 17 de julio, un día
antes de la “marcha de la Paz” de los obreros santafesinos, Perón dio un
discurso en el Teatro Colón en un acto organizado por la CGT ante la delegación del 33º Congreso de la
OIT. En esa ocasión, según el relato del diario La Prensa, Perón señaló:
“He conseguido un gobierno que no hará nada
–dijo- de lo que el pueblo no quiere que haga. Estoy realizando lo que creo es
la verdadera democracia: que un gobernador no sea un señor voluntarioso colocado
en una casa de gobierno para hacer lo que se le ocurre.
Esta tarde mismo -añadió- frente a un asunto
internacional me preguntaron algunos cuál sería la actitud que tomaría el
gobierno argentino. Y yo les contesté: el gobierno argentino tomará la actitud
que quiera el pueblo argentino y ninguna otra”[15]
Expresiones
similares se reiteran a lo largo del discurso, donde también aclara que esta
decisión del pueblo argentino sería canalizada a través de la comunidad
organizada. En este sentido, el discurso no sentaba posición ni favorable ni
contraria al envío de tropas que se estaba gestando.[16] Pero, la idea de que
Perón actuaría de acuerdo a la opinión del pueblo podía actuar como un aliciente
a la movilización obrera.
La
marcha de la Paz
El día siguiente al discurso presidencial, el
18 de julio de 1950, trabajadores ferroviarios de Pérez se dirigieron a
Rosario. Algunas versiones aluden a que estos habrían tramitado un permiso para
realizar un homenaje al General San Martin en la Plaza San Martin de Rosario.[17] A las 10.30 salen de Pérez.
Con ellos iban también sus “madres, hijas y esposas”. [18]
Según Crónica,
la columna tardó casi dos horas para llegar a la zona urbana de Rosario y, sin
dar lugar a que tomara intervención la policía, siempre vivando a Perón y a la
patria, los trabajadores pasaron el puesto de control de la policía caminera,
tomaron por avenida Godoy, hasta Provincias Unidas, de ahí a Córdoba, Caferata
y Salta donde está la sede de la Unión Ferroviaria (en adelante, UF). Ahí se les
une otra columna de menor tamaño compuesta por obreros de talleres de esta
ciudad que se habían reunido antes frente a la sede de la UF. Según la
descripción de este mismo diario, al frente de la manifestación había fotos del
presidente y carteles que decían “estamos con Perón” “Guerra no, paz, si” “queremos la paz”.[19] Según La Prensa, los que iban al frente de la
manifestación llevaban “banderas argentinas y cartelones con leyendas alusivas
a la Paz, y retratos del primer magistrado y de su esposa”.[20] Según La Capital, portaban “banderas con
letreros alusivos a la paz y retratos de Juan Domingo Perón y su esposa”.[21]
Sin embargo, es llamativo que en las únicas dos
fotos que encontramos de los hechos, pueden verse banderas y carteles por la
paz, pero no se identifican retratos de Perón ni de su esposa.[22] Si bien lo limitado del
registro visual conservado y la baja definición de las fotos no permiten ser
concluyentes en este punto, cabe la posibilidad de que la prensa haya por lo
menos sobredimensionado la presencia de tales carteles. Esta hipótesis es pertinente si se recuerda
lo sucedido en torno al movimiento de los indígenas Pilagá en Formosa, a
quienes ciertos relatos adjudicaron la portación de retratos de Perón que
ninguna investigación histórica pudo confirmar. [23]
Antes de que
los obreros de Pérez llegaran a la sede de la UF en Rosario, en ella se habían
comenzado a convocar obreros rosarinos. Según Crónica, en los talleres de Rosario los obreros salieron a las 11 horas
para la UF. Los obreros del turno que debían ingresar a las 11 y 45 encontraron
en los pizarrones la invitación al mitin, por lo que directamente no entraron a
trabajar. En la sede gremial se colocaron altavoces hacia la calle y los
dirigentes instaban en forma constante a los trabajadores a entrar al
edificio y mantener el orden evitando ser engañados. Nardi, presidente de la
filial local de la UF, dijo que el movimiento en Pérez fue iniciado por
elementos foráneos, que ellos debían esperar ordenes de la CGT. Nardi llamó a
la gente a retornar a sus domicilios o a su trabajo. Se notó un movimiento de
agitación. De acuerdo al diario, la mayoría escuchaba a los parlantes, pero
otros fueron hacia las columnas.[24] Este periódico publica también
una imagen del local de la Unión Ferroviaria antes del arribo de las columna de
Pérez, donde se ven varios grupos de obreros ubicados en forma relativamente
dispersa en la vereda y la calle.[25]
La columna de Pérez fusionada con trabajadores
de Rosario sigue adelante, en su trayecto pasa por molinos Minetti, donde se
suma un grupo significativo de obreras, especialmente del turno tarde. Se
dirigen a Plaza San Martin. Todo este tiempo la columna es escoltada por la
Policía Federal. Aproximadamente a las 14 horas se realiza un acto en la Plaza
San Martin donde habla el ex senador Demetrio Figueiras, un dirigente laborista
y trabajador ferroviario, que integró la columna procedente de Pérez. Según Crónica, éste exhortó a la
concurrencia a aguardar el orden y confiar en el gobierno nacional.[26] De acuerdo a La Capital, en la Plaza se cantó el
himno nacional y Figueiras llamó a retomar sus tareas, retornar a sus hogares y
a no proseguir la marcha por carecer la misma de permiso policial.[27] Según Crónica, el llamado
a la cordura por parte de Figueiras, “tuvo efecto deseado solo en parte porque
grupos de exaltados trataban de continuar la marcha”.[28] Hubo otros oradores, pero
los diarios no indican información sobre ellos.
Según La
Prensa, al momento de terminar el acto llegaron nuevos grupos de
manifestantes que portaban
igualmente leyendas alusivas al conflicto, los que, a pesar de las
exhortaciones de la Policía iniciaron un desfile por la calle Córdoba vigilados
por fuerzas de la dependencia. La columna avanzó pese a distintos intentos de
detenerla. En uno de ellos un policía es golpeado. El diario La Capital describe en forma harto gráfica
la represión de la columna:
En Córdoba al
1000, “Efectivos policiales cargaron contra la manifestación obligándola a
retroceder, al llegar a Mitre el cuerpo de lanzallamas dispuesto en abanico los
intimó con sus pistolas a desviarse. Hubo un momento de tensión ya que los
componentes de la fuerza policial tenían listas sus armas para disparar.”
La columna tomó
por Mitre hacia Rioja y por esta hasta la plaza 25 de Mayo, se los quiso
detener hubo corridas, pero se reagruparon:
“La columna
rehecha marchó por La Rioja hacia el centro, pero nuevas órdenes llegadas a la
jefatura policial disponían que los manifestantes debían ser detenidos y
disgregados de cualquier manera. Partieron piquetes de la brigada de gases
lacrimógenos, dos dotaciones de bomberos y fuerzas de infantería…
A continuación,
fueron dirigidos potentes chorros de agua contra los manifestantes, que en
presurosas corridas trataron de evitar la mojadura. Aprovechando el momento,
cargaron fuerzas de caballería y de lanza gases, los que consiguieron despejar
la arteria en toda su extensión y se apoderaron de insignias y banderas también
se procedió a detener a varios de los portadores de tales insignias que fueron
llevados a la seccional 3°…” [29]
Estos últimos
sucesos se producen en el transcurso de una hora, en la cual los negocios del
centro de Rosario permanecen cerrados. Los
diarios citados coinciden en señalar la renovación de los manifestantes en
diferentes momentos. A través de este recambio, la movilización mantiene en sus
distintos momentos la participación de alrededor de 4500 a 5000 trabajadores.
El
Partido Comunista
El Partido Comunista, venía desplegando una
campaña de paz contra la guerra de Corea. En particular, su frente de mujeres
la Unión de Mujeres de la Argentina. UMA tuvo una política muy activa en este
terreno, a través de la venta de bonos y la difusión de la campaña de paz.[30] El 14 de julio los
comunistas denuncian detenciones y razias en 16 cines contra la difusión de
volantes contrarios a la política exterior del gobierno y por la paz en Corea.[31] El 16 de julio, medios
chilenos informan que en la Capital de Argentina la policía reprime un intento
de manifestación contra la guerra frente al hotel de la embajada norteamericana
y detiene a 25 personas.[32] El 18 de julio medios
estadounidenses refieren a otros hechos semejantes: La Prensa (Nueva York) indica que la Policía había arrestado
en un cine del centro porteño a siete personas que distribuían folletos por la
paz y que pedían que los norteamericanos se retiraran de Corea.[33]
A su vez, El diario de Nueva York, el día siguiente, refiere a ese mismo
hecho y al arresto de otros cinco
comunistas, totalizando doce los detenidos en dos días:
“Anoche, por
segundo día consecutivo, los ‘rojos’ hicieron manifestaciones de tipo
relámpago en las calles de la ciudad en contra de los Estados Unidos. Cuatro
policías resultaron heridos en golpes de mano con los manifestantes, cinco de
los cuales fueron arrestados.
El día anterior un policía fue herido de
gravedad y siete comunistas fueron arrestados en el curso de manifestaciones
semejantes.
Los comunistas se esfuerzan por excitar la
opinión pública antes de las reuniones del gobierno acerca de la situación en
Corea.”[34]
Es
decir, el Partido Comunista se mostró muy activo en los días previos la
movilización iniciada en Pérez. Respecto a esta última marcha, según un
memorándum remitido por el Ministerio de Gobierno y Culto de Santa Fe al
Ministerio del Interior, el paro y la manifestación tuvo su origen en las
palabras pronunciadas la noche anterior en la CGT por el presidente de la
Nación, al decir que “la actitud que él adoptaría en el orden internacional
será la que su pueblo decida”. En consecuencia, “como acto de adhesión a esas
palabras se efectuó dicha manifestación escuchándose estas palabras: ‘no
queremos guerra’.”[35]
Félix Luna considera que Perón se alarmó por la
marcha de Rosario, en particular dado el hecho que la misma era protagonizada
por los propios obreros peronistas. Pero, a la vista de la campaña del PC y en
función del peso de ferroviarios en la manifestación, sospechamos una mayor
incidencia del comunismo en la misma. Esta sospecha se vio confirmada cuando
encontramos el memorándum reservado ya citado en el que se informaba que la
manifestación tuvo que ser reprimida porque la misma había sido copada por los
comunistas:
“No obstante desarrollarse la manifestación en
perfecto orden, la Policía debió intervenir dispersando la manifestación ya que
elementos comunistas ajenos al gremio coparon el movimiento pretendiendo
alterar el orden en la zona céntrica con falsas expresiones de paz y arrojando
volantes en los que se ataca a la política seguida por el actual Gobierno de la
Nación en el orden internacional.”[36]
Como señala Laura Baladoni, en los relatos de
la Marcha de la Paz se privilegió la visión de los trabajadores como un
colectivo unitario “y no se tuvo en cuenta la existencia de un pequeño pero
activo núcleo del Partido Comunista que actuó de forma ordenada en la
concreción de la movilización.”[37] Baladoni entrevista ex
obreros ferroviarios que adjudican la organización del movimiento al PC.
Incluso cita el testimonio de una enfermera de Rosario que fue invitada a
participar de la marcha por compañeros comunistas. Ella relata que, junto con
otros 10 compañeros, se trasladaron en auto de Rosario hasta Pérez para
participar del movimiento que ellos ya sabían que se iniciaría en esa ciudad.[38] Menos trascendente, pero
igualmente sugestivo resulta el hecho de que el PC incluyera el ejemplo de la
Marcha de la Paz en su Curso Básico para Cuadros del año escolar 1952 para
enseñar la diferencia entre estrategias de agitación y propaganda a los
estudiantes.[39]
Repercusiones: giro de la política
exterior e incremento de la represión
El mismo 18 de julio a la noche, se realizó una
Asamblea en la UF, presidida por Pablo Carnero López dirigente nacional del gremio,
quien viajó especialmente en avión a Rosario para estar presente esa noche. Pablo
López señaló que “los trabajadores debían permanecer unidos en torno a sus
dirigentes, que representan la voluntad de la mayoría y que no debían dejarse
sorprender por las maniobras de una minoría que solo buscaba la división del
gremio y causar inconvenientes al país.” Refirió a los dichos de Perón en el
teatro Colón el 17 de julio y que, conforme a estos, el país no se involucraría
en una guerra si el pueblo no lo quería.[40] La asamblea resuelve
adherir a las palabras de Perón en el teatro Colón y se desmarca de la
manifestación: “a la vez dejamos constancia de nuestro repudio por todas las
manifestaciones contrarias hechas al margen de nuestra organización”.[41]
De la Asamblea de la Unión Ferroviaria también
participó el Ministro de transporte, el teniente coronel Juan F. Castro. Los
medios desmintieron la versión de que la repentina visita del Ministro a
Rosario estuviera vinculada con la manifestación y la asociaron con una supuesta
actividad prevista con antelación. El ministro dijo que había viajado a supervisar
obras, pero que presidiría una reunión en la Unión Ferroviaria para hablar de
la labor confusionista de los comunistas
El ministro nacional de transporte señaló que la
manifestación era “de neto contenido comunista, cuyos dirigentes habrían
logrado sorprender la buena fe de los núcleos de peronistas, que así fueron
cómplices de un manejo perturbador, con fines inconfesables.”[42] Cabe señalar que tras
estos sucesos, obreros del ferrocarril Mitre fueron despedidos por su
participación en la manifestación. En la prensa se publicaron solicitadas
pidiendo su reincorporación, en algunos casos firmadas por los vecinos de
Pérez. [43]
Por su parte, la delegación local de la CGT “denuncia
la maniobra realizada por elementos contrarios al movimiento gremial argentino
los cuales, mediante la provocación de la alarma y el confusionismo entre la
masa obrera, hicieron la paralización de sus tareas.” Este habría sido el acto
de “elementos saboteadores” que usaron indebidamente el nombre de la CGT. A su
vez, llama a confiar en el presidente que va a tomar la decisión que quiera el
pueblo como lo dijo el día 17.[44] En el mismo sentido se
expresan la UOM y la seccional Rosario de la Unión Obrera Molinera y el
sindicato de obreros y empleados del Jockey Club Rosario.[45]
Solo el texto enviado por La Fraternidad, evita
condenar la manifestación al tiempo que expresa un acuerdo con el alegado
pacifismo del presidente:
“Sección Rosario de la fraternidad que en
virtud de su congreso estatutario Sanmartiniano, que condena la guerra y (…) dispuso dirigirse al Señor presidente,
en mérito a sus solemnes declaraciones pacifistas, reiteradamente expresadas y
de equidistancia en los conflictos armados que pudieras suscitarse, tome la
determinación de no enviarse fuerzas armadas al frente de Corea.”[46]
En todos los casos, las frases de Perón en el
Teatro Colón son reinterpretadas para adjudicarle una posición contraria a la
participación argentina en la guerra de Corea (sentido que, como ya hemos
planteado, no tenían en su enunciación original).
Al día siguiente a la movilización los
titulares de los diarios muestran un súbito giro de la política exterior
argentina. Mientras el 18, día mismo de la marcha en La Prensa encontramos varias notas que aluden al posible envío de
tropas,[47] esta posibilidad es
negada y desmentida en forma drástica el día 19 después de la manifestación. Se
informa que el Ministro de Relaciones Exteriores, Paz, reunió a periodistas y
dijo que la respuesta de la Argentina a las Naciones Unidas no implicaba para
nada el envío de tropas al frente de batalla, ya que la misma requeriría la
aprobación del Congreso. Según se informa, Paz sostuvo que el alcance de la medida
era la de un mero un acuse de recibo.[48] Al repasar el episodio en
sus memorias el ex ministro omite toda referencia a estas mentiras formuladas por
él a la prensa.[49]
Como consecuencia de la movilización, en el
centro de Rosario se incrementa la presencia policial, pero lo destacable es la
respuesta represiva a nivel nacional. El mismo 18 de julio, el jefe de la
Policía Federal, Bertollo, emite un mensaje por radio del Estado por Cadena
nacional. En el mismo se refirió a directivas recibidas por elementos
extremistas por “La semana de Corea”. Señaló que los comunistas tienden a
impresionar falsamente a la opinión pública, a recaudar fondos y organizan
actos relámpago en hora pico en lugares céntricos. “Tratan de hacer circular
informaciones totalmente falsas tales como que el gobierno ya ha ordenado el
llamado de algunas clases de reserva. Que se están alistando tropas argentinas
para luchar en Corea explotando la impresión para organizar manifestaciones y
actos de violencia.” [50] El jefe de la policía
también señaló que por esta confusión creada por los comunistas, estos
complican a gente común en sus actividades “dando a veces lugar a la
intervención de la policía contra pacíficos ciudadanos y mujeres.”[51] Es decir, si algún
trabajador había sido lesionado por el accionar policial, la responsabilidad recaía
sobre los comunistas que los habían involucrado en sus acciones. Esta frase
actuaba también como modo de advertencia: para evitar ser objeto de la
represión policial los ciudadanos de bien debían deslindarse de toda actividad
comunista.
Esta intervención estaba destinada a evitar que
los trabajadores se plegaran a las manifestaciones comunistas como había
ocurrido en Rosario. La alocución policial aún fue más lejos e interpeló a la
población para que esta colaborase activamente en la represión de los
manifestantes: “requirió la cooperación
de los vecinos a fin de que denuncien
a quienes pretendan perturbar nuestra pacífica convivencia y atenten contra
nuestros caros sentimientos de la patria”[52]
El día siguiente
de estas declaraciones veintiuna mujeres del PC fueron detenidas en la zona
céntrica. Según La Prensa, a las 20
horas del día 19, la policía de la comisaría 5° detuvo a mujeres que se
congregaron dando vítores al PC y arrojando volantes y el público prestó
amplia colaboración a la policía haciéndose eco de lo pedido el día anterior
por el jefe de Policía.[53]
La
campaña de paz del PC y el asesinato de Jorge Calvo
El mismo día de la movilización en Rosario, el
Daily Worker, periódico del Partido Comunista editado en Nueva York señalaba:
“A pesar de la oposición terrorista de la
policía a la colección de firmas para el Pedido de Paz Mundial, hasta la semana
pasada se habían obtenido 750.000 firmas de los gremios obreros y otras
organizaciones (…) el disgusto provocado por el apoyo ofrecido por Perón a ‘la
guerra de Truman’, se espera tendrá gran repercusión y aumentará la aceptación
popular de este movimiento por la Paz. …Se cree también que la policía
continuará sembrando el terror a efectos de contrarrestar los sentimientos
pacifistas del pueblo.”[54]
Poco después, la escalada del terrorismo
policial para acallar la campaña contra la Guerra de Corea llega a su apogeo
con el asesinato por fuerzas parapoliciales de Jorge Calvo y Ángel Zelli. Jorge
Calvo, importante dirigente comunista era el responsable de la campaña contra
la participación argentina en la guerra de Corea. Calvo fue asesinado en el
local del Partido Comunista de Quilmes, cuando presidía una reunión que tenía
como tema central la intensificación de la lucha anti-bélica. Días antes –y dos
semanas después de la Marcha de la Paz y del mensaje por Cadena Nacional del
Jefe de la Policía Federal en que se pedía la colaboración de la población en
la represión de la campaña comunista- la Sección Especial de la Policía Federal
procede a actualizar el prontuario de Jorge Calvo, “cédula de identificación
comunista n. 92”, dándolo por muerto seis días antes de su efectivo asesinato,
que ocurre el 4 de agosto de 1950.[55]
Al irrumpir en el local comunista, los
asesinos, un grupo de 7 u 8 individuos, dijeron “somos de la Policía”. Estaban
armados y vestidos de civil, uno tenía una ametralladora. Un testigo del hecho
creyó identificar a Patricio Kelly, como el jefe del grupo agresor.[56] Según Amado Heller:
“La forma de darse indicaciones entre ellos
eran típicas o de policías o de militares. Es decir, no era un grupo de civiles
juntados para hacer una aventura política. Eso era un grupo que trabajaba con
criterio de organización y de mando que se logra bajo el entrenamiento y en
organizaciones policiales o militares. Bueno, ¿qué hicieron? ‘Somos la
Policía’. Nos empezaron a empujar a agarrar nuestros papeles. En general les
resultaba difícil porque la gente toma una actitud digna, no se dejaba manosear
por decirlo de una manera y en un momento determinado nos indicaron que nos
alineáramos en el fondo de la oficina y ahí estaba el hombre con la
ametralladora y Jorge Calvo creo que tuvo la intuición de que nos fusilaban y
gritó: ‘camaradas no permitamos este atentado’ o ‘resistamos’ y se empezó una
pelea. Ellos empezaron a disparar. A Calvo lo mataron casi inmediatamente…
llamamos a la policía. La policía tardó mucho. Yo personalmente no tenía la
menor idea de la gravedad de lo que me había pasado (…) Hay un dato que para mí
es llamativo. El local estaba siempre vigilado por un agente de la policía de
Quilmes. Ese día no estuvo.”[57]
Por otra parte, los agresores dieron muestras
de las actitudes típicas de los bajos fondos de donde se recluta personal para
estas tareas. Al entrar al local, donde los militantes se disponían a iniciar su
reunión, uno de los primeros actos de los supuestos policías es apropiarse de
esos relojes y lapiceras fuentes había sobre la mesa lapiceras y relojes para
tomar nota y medir el tiempo de intervención de cada uno.[58] En el ataque, además de
Jorge Calvo, es asesinado el obrero metalúrgico Ángel Zelli. En su momento
tanto Jorge Calvo como Angel Zelli fueron considerados “héroes de la paz”.[59]
Continúan las presiones norteamericanas
para la participación de países latinoamericanos en la contienda bélica
Un
documento secreto del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino muestra
cómo el posicionamiento de la Argentina frente a la Guerra de Corea y la
represión del comunismo continuaban en el centro de las relaciones diplomáticas
con Estados Unidos. El documento da cuenta de los términos en los cuales
Estados Unidos solicitaba la colaboración de los países latinoamericanos. Se
trata de un Memorándum de febrero de 1951, en él autor refiere haberle
transmitido al presidente Perón los planteos del Secretario adjunto del Departamento
de Estado norteamericano, sr. Miller, le había pedido que transmitiera a Perón,
esto de cara a próxima conferencia de estados americanos (se refiere a la Cuarta reunión de consulta de ministros de relaciones
exteriores, celebrada en Washington a fines de marzo de 1951).
El documento plantea que “el gobierno de los
Estados Unidos tiene la intención de mantener en vigor firmemente su política
de amistad hacia la Argentina. Existen obstáculos y causas de fricción tanto de
un lado como del otro, pero el Gobierno de los Estados Unidos está firmemente
convencido de que, por medio de la paciencia y la comprensión mutuas, dichos
obstáculos y causas de fricción pueden ser reducidos en importancia y, a la
larga, vencidos.
(…) Para facilitar el acercamiento, con el
tiempo, entre los dos Gobiernos y entre los dos países, el Gobierno de los
Estados Unidos comprende que será necesario, por su parte, seguir procurando eliminar
los históricos prejuicios y prevenciones que puedan existir en la Argentina
contra los estados Unidos. La creciente buena voluntad de la prensa de los
Estados Unidos para ayudar este movimiento, queda demostrada por la manera
favorable con que ha recibido gestos de conciliación como el indulto a BALBIN:”[60]
Respecto de la participación de Argentina en el
conflicto planteaba que el gobierno de Estados Unidos “espera que el Presidente
PERÓN y el Gobierno de la República Argentina tomarán pasos más definidos, con
el propósito de colocarse públicamente, y sin posibilidad de equivocación, al
lado de las potencias occidentales en el conflicto actual, y para preparar la
opinión pública argentina para tales actitudes inequívocas y definidas del
Gobierno argentino. Las referencias a la Tercera Posición no se entienden en
los Estados Unidos y allí conducen a cierta confusión en cuanto a la verdadera
actitud del Presidente Perón y del Gobierno de la República Argentina y
conducen también a cierto desconcierto de la opinión pública de los Estados
Unidos. Siendo tan estable la posición interna del presidente Perón y del
Gobierno argentino, como lo es indudablemente, es difícil entender porque no
podría tomar una posición más definida y porque la opinión pública argentina no
podría ser preparada de manera más adecuada
En lo que concierne a la Conferencia de
Ministros de Relaciones Exteriores, el Gobierno de los Estados Unidos no ignora
que existen en la Argentina obstáculos a la operación militar fuera del
hemisferio, obstáculos que derivan de problemas difíciles de política interna y
de constitucionalidad. El gobierno de estados Unidos comprende esta situación y
por lo tanto anticipa la posible necesidad de reducir en cuanto sea posible la
contribución de la Argentina en este aspecto de la Conferencia”[61]
En forma constante se afirma que Estados Unidos
no requiere de los países latinoamericanos la asunción de nuevos compromisos,
sino el cumplimiento de los ya acordados. Sin embargo, se les da a los mismos
una interpretación más amplia, por ejemplo, se considera que la defensa
hemisférica debe actuar antes de que haya un ataque y fuera del hemisferio. Del
mismo modo, se plantea que se respetarán los recaudos constitucionales de cada
país, pero aun así se insta a una medida positiva y definitiva:
“7. El gobierno de los Estados unidos no tiene
actualmente la intención de proponer la discusión en la Conferencia de ningún
tema que pueda aumentar las responsabilidades que los distintos países
americanos han asumido solemnemente al firmar el Tratado de Río y la Carta de
las Naciones Unidas. Lo que, en la opinión de los Estados Unidos debe ser
considerado es la forma de implementar dichas responsabilidades ya asumidas por
todos los gobiernos representados. A causa de la importancia trascendental de
la situación que todos afrontamos, como también de los motivos por los que se
lucha, y de la necesidad de la Conferencia llegue a decisiones claramente
definidas, esperamos que todos comprenderán, en todos los países americanos, la
necesidad de que la conferencia nos e limite a discursos o a la votación de
resoluciones o medidas ambiguas, pusilánimes o inadecuadas. La opinión pública
del mundo libre no recibirá una impresión favorable si la conferencia se limita
a producir frases vacías; tal impresión favorable se obtendrá solamente si la
conferencia ostenta una firme determinación de parte de los Estados Americanos
para resistir la agresión comunista.
8. El Gobierno de los Estados Unidos opina que
la Conferencia aclarará que las fuerzas armadas de cada país pueden ser
enviadas fuera de su territorio nacional solamente en fiel cumplimiento de la
Constitución y las leyes de cada país soberano. Cada uno de los países posee
este mismo problema y las discusiones en el Congreso de los Estados Unidos,
como también en la prensa de Estado Unidos, indican hasta qué punto este
problema es comprendido. (…). Sin embargo, en vista de la crisis mundial, es
evidentemente importante que se adopten posiciones antes de la existencia del
hecho de la agresión, tan positivas como lo permitan los procesos
constitucionales de los distintos países americanos.” [62]
En correlación con esto Estados Unidos espera
que la Conferencia emita una declaración que “confirme la solidaridad
hemisférica, y la declaración de que se resistirá la agresión y que se tomaran
medidas cooperativas con este fin. Esta declaración debe ser fuerte, inequívoca
y adecuada. La interpretación del Depto. de Estado Norteamericano es que la
solidaridad hemisférica no debe ser solo pasiva “sino que incluye también
medidas defensivas fuera del hemisferio”[63]
En
relación con el segundo punto de la agenda de la Conferencia, el control de
actividades subversivas, Estados Unidos no quiere proponer conceptos legales
que fueran difíciles de cumplir, solo quiere un “mayor énfasis en el control de
actividades subversivas”, no quiere ni va a proponer que se interrumpan
relaciones diplomáticas o comerciales con Rusia Soviética ni que se declare
ilegal al Partido Comunista, pues ninguno de estos dos programas está en
práctica en Estados Unidos”. En cambio, va a reclamar mayor protección de
sitios estratégicos, intercambio de información.[64] Finalmente, el informe también avanzaba sobre
una probable visita de Miller a la Argentina.[65] Cabe señalar que
testimonios de personal jerárquico de servicios de inteligencia del período
señalaron esta etapa como de intensificación a la represión al PC y la vinculan
directamente con el acercamiento a Estados Unidos.[66]
Consideraciones
finales
El desarrollo de la investigación permite
clarificar algunas cuestiones, al tiempo que abre nuevos interrogantes. En
primer lugar, se constata la voluntad argentina de enviar tropas a la guerra de
Corea en respuesta a la solitud norteamericana, para lo cual se habría
ratificado, como paso previo, la firma del TIAR en el Congreso. Pero, quedan
dudas acerca de la naturaleza de las tropas a ser enviadas. Es decir, queda
abierta la cuestión de si se trataría solo de voluntarios, como lo sugiere el
testimonio de Paz, o si habría prevista una movilización mayor. Esto último fue
denunciado por el PC en su momento y, en la actualidad sigue sosteniendo un
militante del PC que era conscripto en ese entonces. En forma complementaria,
la prensa extranjera alude también al potencial envío de tropas más
importantes.
En segundo lugar, el análisis detenido de los
diarios y documentos de la época, así como de los testimonios recabados por
otros investigadores muestra el rol del PC en la organización de la
movilización iniciada en Pérez y continuada en Rosario. Al tiempo que aparece
más evidencia de la participación comunista en la manifestación, especialmente
en su organización, en forma inversa surgen dudas respecto de la presencia de
símbolos peronistas en la manifestación. En las fotografías de la columna de la
manifestación no se refleja la presencia de cuadros de Perón o de su esposa. De
tal forma, surge una contradicción entre esas imágenes y lo relatado en los
periódicos de la época, que luego fue tomado por cierto por los historiadores.
El análisis pormenorizado de lo ocurrido de ese
día nos permite conocer las distintas etapas de la movilización. En ese sentido
un elemento a destacar es que en distintos momentos de la jornada dirigentes
peronistas intentaron infructuosamente detener la movilización siendo desoídos
por los obreros. Antes de la realización del acto en Plaza San Martin, los
dirigentes sindicales alertaron en su sede gremial de Rosario respecto a
maniobras de personas ajenas del movimiento y llamaron a desmovilizar y esperar
directivas de la CGT. Invitaban también a los trabajadores a abandonar la calle
e ingresar a la sede gremial. Pese a esto, la manifestación continuó y el acto
se realizó. En el mismo, por segunda vez dirigentes instan a los obreros a
desistir de continuar la movilización. De nuevo esto no tiene los resultados
buscados, pese a que esta vez son algunos de los propios manifestantes, como
Figueiras, quienes llaman a levantar la movilización. En este sentido, puede
verificarse la participación comunista en la organización de la marcha y el
acto, pero no parece que la participación obrera en la misma obedezca, como
señalan diarios y dirigentes gremiales,[67] a que los trabajadores
resultasen engañados, dado que los obreros fueron advertidos a tiempo de esta
presencia. De esta manera, la prosecución de la marcha puede interpretarse como
un indicio de que el Partido Comunista aún mantenía sobre la clase obrera una
ascendencia mayor de la que normalmente se le atribuye.
En
forma significativa, los mismos gremios que se oponen al envío de tropas a
Corea, son los que se levantan cinco años después contra el golpe militar,
mientras que los dirigentes que en 1950 llamaron a la calma y a respetar las
decisiones de Perón son los que, en septiembre de 1955 llamarán de nuevo a la
calma, pero en obediencia, esta vez, de las directivas de Lonardi. [68]
Por último, se comprueba una ligazón entre la
voluntad del gobierno de enviar tropas a Corea y estrechar vínculos con Estados
Unidos y su represión del comunismo. Los documentos del Ministerio de
Relaciones Exteriores, así como el testimonio de Paz, muestran cuán importantes
eran ambas cuestiones en las relaciones entre Estados Unidos y Argentina. En
este sentido, más allá de la represión en si misma de la Marcha de la Paz, las
medidas represivas posteriores son más significativas. En este sentido, cabe
destacar el mensaje por cadena nacional transmitido por radio por el Jefe de la
Policía Federal el día posterior a la movilización solicitando el apoyo de la
población para la represión de la campaña comunista. Este mensaje preparó el
terreno para una escalada represiva mayor que tiene un hito en el asesinato de
Jorge Calvo principal responsable de la campaña de paz del PC.
Bibliografía
Libros
y revistas
-Badaloni, L. (2013). "Control, memoria y
olvido: “Marcha de la Paz” y huelga ferroviaria durante el primer gobierno
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luchas: las huelgas ferroviarias de fines de 1950 y principios de 1951."
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[visitado enero de 2020].
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-Valobra,
A. (2005). "Partidos, tradiciones y estrategias de movilización social: de
la Junta de la Victoria a la Unión de Mujeres de la Argentina." Prohistoria n°
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Documentos
-Embajada Agentina Washington
DC. Oficina de prensa, traducción de la publicación “Daily Worker” New York,
18/7/1950, AGN, AI, com. 45, caja 137, expte. 102752, fs. 11, traducción de la
Embajada Argentina.
-Estación radiodifusora CE
1174, Santiago de Chile, 16/7/1950 “Daily Report” n° 137 (audición captada en
Estados Unidos por el servicio Informativo de Radiodifusoras Extranjeras),
reproducido por la Embajada argentina en Washington. AGN, AI, com. 45, caja
137, expte. 102752, fs. 10.
-Ministerio
de Gobierno y Culto de Santa Fe (1950): Memorándum, 22/7, con sello de la
Jefatura de Policía de la ciudad de Rosario. AGN Archivo intermedio. Fondo
Ministerio del Interior, expedientes secretos, confidenciales y reservados,
caja 98, expediente 149, fs. 9.
S.a, sf. Memorándum secreto
(febrero de 1951 por referencias del texto), AGN AI FNRP, com. 45, 191893 n d
archivo 587, fs. 154-155.
Testimonios:
-Testimonio
de Amado Heller, febrero de 2008, video, disponible en http://jorgecalvo.fullblog.com.ar/
[visitado enero de 2020].
-
Testimonio de Jorge Bergstein, febrero de 2008, video disponible en: https://www.youtube.com/watch?time_continue=310&v=FdJ16p1psqs&feature=emb_logo [visitado
enero de 2020].
Notas
periodísticas
- Crónica
(1950). “Preside el titular de
transporte una asamblea”, Rosario, 19/7, p. 3.
- El diario de Nueva York, “Continúan las manifestaciones de los
comunistas en la Argentina” (Nueva york), 18/7, p. 3, Recorte de diario
incluido en AGN, AI, FNRP, com. 45, caja 137, expte. 102752, fs. 25.
- La Capital
(1950). “Asamblea en la Unión Ferroviaria”, Rosario, 19/7, p. 4.
- La Prensa (1950) “Arrestan a siete personas”. Nueva York, 18/7, p.
1. Recorte de diario incluido en AGN, AI, FNRP, com. 45, caja 137, expte.
102752, fs. 24.
- La Prensa (1950). “Declaraciones del
Jefe de Policía Federal, Buenos Aires, 19/7, p. 5.
- La prensa (1950). “En una manifestación
de la zona céntrica se detuvo a 21 mujeres”, Buenos Aires, 20/7, p. 8.
- New York
Herald Tribune (1950). “The Argentine may offer forces for Korean war”,
Nueva York, 18/7, p. 7. Recorte de diario incluido en AGN, AI, FNRP,
com. 45, caja 137, expte. 102752, fs. 22.
-Crónica
(1950). “Efectuose una manifestación de ferroviarios. Exteriorización de apoyo
a la Paz y al General Perón”, Rosario, 18/7, p. 3.
-Crónica (1950). “La Cabeza de la manifestación”
Rosario, 18/7, p. 1.
-Crónica
(1950). “Los sucesos de ayer fueron desautorizados por la CGT”, Rosario, 19/7,
p. 3.
-Crónica
(1950). “Los sucesos de ayer fueron desautorizados por la CGT”, Rosario, 19/7,
p. 3.
-El
Diario de Nueva York, (1950). “Argentina ofrece tropas para pelear
con corea”, 18/7, p. 2. Recorte de diario incluido en AGN, AI, FNRP, com. 45,
caja 137, expte. 102752, fs. 29.
-El
Orden (1950), Los
comunistas provocaron tumultos en Rosario”, Santa Fé, 19/7, p. 1.
-La Capital (1950). “Aclaración de La Fraternidad”, Rosario, 19/7,
p. 4.
-La Capital
(1950). “De la UOM”, Rosario, 19/7, p. 4.
-La
Capital (1950). “Denuncia de la CGT”, Rosario, 19/7/, p. 4.
-La
Capital (1950). “Hubo ayer una manifestación en la zona céntrica de
la ciudad”, Rosario, 19/7, p. 4.
-La
capital (1950). “Hubo ayer una manifestación en la zona céntrica de
la ciudad”, Rosario, 19/7, p. 4.
-La
Prensa (1950) “Argentina desea consultas sobre su posible ayuda militar en
Corea” Nueva. York, 18/7, p. 1. Recorte de diario incluido en AGN, AI, FNRP,
com. 45, caja 137, expte. 102752, fs. 24.
-La
Prensa (1950). “Se acogió favorablemente en los círculos
militares de la Unión la actitud argentina.” Buenos Aires, 18/7, p. 5.
-La Prensa (1950). "En un Acto de la C.G.T. Aludió el
Presidente a la Actitud Internacional de la Argentina". Buenos Aires,
18/7, p. 6.
-La Prensa (1950). “Contestó el gobierno el pedido de la UN de
enviar ayuda a Corea”, Buenos Aires, 18/7, p. 5
-La
prensa (1950). “Diputados peronistas entrevistaron ayer al
presidente de la nación”, Buenos Aires, 18/7, p. 5.
-La
Prensa (1950). “Hubo manifestaciones callejeras en Rosario”,
Rosario, 19/7, p. 5.
-La
Prensa (1950). “Se acogió favorablemente en los círculos
militares de la Unión la actitud argentina”. Buenos Aires, 18/7, p. 5.
-La Prensa
(1950). No implica el envío de fuerzas la respuesta argentina a la UN, 19/7, p.
5.
* Facultad de Filosofía
y Letras, INDEAL, UBA- CONICET y CEICS
[1] Luna, F. (2013). Perón y su tiempo. Buenos Aires: Sudamericana, t. 2., pp. 82-86.
[2] Prol, M. (2013). El Partido Peronista en Santa Fe y el movimiento
obrero. Relaciones de poder, acuerdos y conflictos, 1946-1955. Historia
Regional 31, (pp. 9 - 26), Villa Constitución.
[3] Badaloni, L. (2013). "Control, memoria y olvido: “Marcha de la Paz”
y huelga ferroviaria durante el primer gobierno peronista." (pp. 1-20).
Disponible on line: https://ri.conicet.gov.ar/bitstream/handle/11336/15345/CONICET_Digital_Nro.18621.pdf?sequence=1 [visitado enero de 2020].
[4] Paz, H. (1999). Memorias. Vida y política de un argentino en el siglo XX. Buenos
Aires: Planeta, p. 161.
[5]Citado en Luna. Perón y su tiempo, op. cit., t. 2, p.
83.
[6] Ante la consulta si al
considerar la ayuda el gobierno argentino tomará en cuenta la posibilidad de
proveer fuerzas combatientes, la nota decía: “al respecto me complazco en
expresarle que el gobierno argentino ha tomado nota de su comunicación y que de
acuerdo con el propósito de cumplir con los compromisos que ha contraído como
miembro de las Naciones Unidas y en especial a lo que establece la carta de esa
organización aguarda, de acuerdo con lo anticipado por vuestra excelencia en su
telegrama, que el comando unificado entre en consulta directa con el gobierno
argentino”. La Prensa (1950) “Argentina desea consultas sobre su posible ayuda
militar en Corea” Nueva. York, 18/7, p. 1. Recorte de diario incluido en AGN,
AI, FNRP, com. 45, caja 137, expte. 102752, fs. 24.
[7] “Washington 17, UP, en
los círculos militares se ha acogido favorablemente la información de que
Argentina aguarda la consulta directa de Estados Unidos para resolver la ayuda
que prestará a las Naciones Unidas para la lucha de Corea”. “Funcionarios
allegados al consejo manifestaron que han tenido conocimiento oficial durante
la última semana de que la Argentina estaba considerando una oferta oficial de
ayuda como la que se dio hoy a publicidad en Buenos Aires.” La Prensa (1950). “Se acogió favorablemente
en los círculos militares de la Unión la actitud argentina.” Buenos Aires, 18/7,
p. 5.
[8] Paz, H. Memorias. Vida y política de un argentino en el siglo XX, op. cit.,
p. 161-163.
[9] Como indicio, encontramos el testimonio
de Luis García quien en 1950 se encontraba cumpliendo el servicio militar y
dice haber sido movilizado para el envío de tropas a Corea. Testimonio de
García, Luis, abril de 2009, recabado por Irene Cutillo en Cutillo, I. (2018) Historias gorilas. Represión en la Argentina
durante los años 1943-1955, Buenos Aires: Prometeo, p. 305.
[10]
New York Herald Tribune (1950). “The Argentine may offer forces for Korean war”, Nueva
York, 18/7, p. 7. Recorte
de diario incluido en AGN, AI, FNRP, com. 45, caja 137, expte. 102752, fs. 22.
[11] La Prensa (1950) “Argentina desea consultas sobre su posible ayuda
militar en Corea”, op. cit., p. 1.
[12] El
Diario de Nueva York, (1950). “Argentina ofrece tropas para pelear con Corea”,
18/7, p. 2. Recorte de diario incluido en AGN, AI, FNRP, com. 45, caja 137,
expte. 102752, fs. 29.
[13] Paz, H. Memorias. Vida y política de un argentino en el siglo XX, op. cit.,
p. 162. Como señalamos más adelante, consideramos que Paz, confunde la fecha de
los acontecimientos, ya que el discurso donde Perón señala que hará lo que el
pueblo quiera es anterior a las movilizaciones.
[14] Ibídem.
[15] La
Prensa (1950). "En un Acto de la C.G.T. aludió el
Presidente a la Actitud Internacional de la Argentina". Buenos Aires,
18/7, p. 6.
[16] Según Paz, esa misma noche Cancillería
trabajaba en secreto para ultimar los detalles del envío de tropas. Paz, H. Memorias. Vida y política de un argentino en
el siglo XX, op. cit., p. 162.
[17] La Prensa (1950). “Hubo manifestaciones callejeras en Rosario”,
Rosario, 19/7, p. 5 y en El orden (1950), Los comunistas provocaron tumultos en
Rosario”, Santa Fé, 19/7, p. 1.
[18] La
Prensa (1950). “Hubo manifestaciones callejeras en Rosario”, op. cit., p.
5.
[19] Crónica (1950). “Efectuóse una manifestación de ferroviarios.
Exteriorización de apoyo a la Paz y al General Perón”, Rosario, 18/7, p. 3.
[20] La
Prensa, “Hubo manifestaciones callejeras en Rosario”, op. cit., p. 5.
[21] La Capital (1950). “Hubo ayer una manifestación en la zona céntrica
de la ciudad”, Rosario, 19/7, p. 4.
[22] Crónica
(1950). “La Cabeza de la
manifestación” Rosario, 18/7, p. 1 y Crónica,
“Efectuóse una manifestación de ferroviarios. Exteriorización de apoyo a la Paz
y al General Perón”, op. cit., p. 3.
[23] Mapelman, V. (2015). Octubre Pilagá. Memorias y archivos de la
Masacre de la Bomba, Buenos Aires: Tren en movimiento, p. 224.
[24] Crónica, “Efectuóse una manifestación de ferroviarios.
Exteriorización de apoyo a la Paz y al General Perón, op. cit., p. 3.
[25] El epígrafe de la foto
dice: “Frente al local ferroviario antes de que llegara la columna que se formó
en Pérez, frente al local de la Unión Ferroviaria, de la calle Salta, algunos
grupos obreros escucharon la palabra reflexiva de sus dirigentes quienes les pedían
cordura y orden”. Ibídem.
[26] Crónica,
“Efectuóse una manifestación de ferroviarios. Exteriorización de apoyo a la Paz
y al General Perón” op. cit., p. 7.
[27] La Capital (1950). “Hubo ayer una manifestación en la zona céntrica
de la ciudad”, Rosario, 19/7, p. 4.
[28] Crónica, “Efectuóse una manifestación de ferroviarios. Exteriorización
de apoyo a la Paz y al General Perón” op. cit. p. 7. Según este diario, la
columna también pasó por su sede y lo vitoreó: “A los gritos de ‘vamos al
diario del pueblo’, la columna que se había vuelto a tonificar con nuevos
aportes se dirigió por calle Santa Fe hasta llegar a la puerta de nuestro
diario, con vítores y aplausos”, Ibídem.
[29] La
Capital. “Hubo ayer una manifestación
en la zona céntrica de la ciudad” op. cit., p. 4.
[30] Sobre la UMA ver: Valobra, A. (2005). "Partidos,
tradiciones y estrategias de movilización social: de la Junta de la Victoria a
la Unión de Mujeres de la Argentina." Prohistoria n° 9
(pp. 67-82). Rosario.
[31] Cutillo, I. Historias gorilas. Represión en la Argentina durante los años 1943
-1955, op. cit., p. 109, en base a Nuestra
Palabra, 14/8/1950.
[32] Estación radiodifusora
CE 1174, Santiago de Chile, 16/7/1950 “Daily Report” n° 137 (audición captada
en Estados Unidos por el servicio Informativo de Radiodifusoras Extranjeras),
reproducido por la Embajada argentina en Washington. AGN, AI, FNRP, com. 45,
caja 137, expte. 102752, fs. 10.
[33] La Prensa (1950) “Arrestan a siete personas”. Nueva York, 18/7, p.
1. Recorte de diario incluido en AGN, AI, FNRP, com. 45, caja 137, expte.
102752, fs. 24.
[34] El diario de Nueva York, “Continúan las manifestaciones de los
comunistas en la Argentina” (Nueva York), 18/7, p. 3, Recorte de diario
incluido en AGN, AI, FNRP, com. 45, caja 137, expte. 102752, fs. 25.
[35] Ministerio de Gobierno y Culto de Santa
Fe (1950): Memorándum, 22/7, con sello de la Jefatura de Policía de la ciudad
de Rosario. AGN Archivo intermedio. Fondo Ministerio del Interior, expedientes
secretos, confidenciales y reservados, caja 98, expediente 149, fs. 9. Este
documento, como la prensa consultada, sitúa la movilización el día 18 de julio.
Félix Luna confunde la fecha de la movilización de Rosario (la sitúa en el 17),
por eso cree que la frase de Perón “haré lo que el pueblo quiera”, es respuesta
a la movilización y no uno de sus desencadenantes. A nuestro juicio, se trata
de una frase ambigua al estilo habitual de Perón y no expresaba aún ninguna
definición en torno a la participación en el conflicto bélico. Luna, F. Perón
y su tiempo, op.cit., t. 2, p. 84.
[36] Ministerio de Gobierno y Culto de Santa
Fe: Memorándum, op. cit., fs. 9.
[37] Badaloni, L. "Control, memoria y
olvido: ‘Marcha de la Paz’ y huelga ferroviaria durante el primer gobierno
peronista.", op. cit., p. 8.
[38] Ibid,
p. 9.
[39] Prol, M. “El Partido Peronista en Santa Fe y el movimiento obrero.
Relaciones de poder, acuerdos y conflictos, 1946-1955”, op. cit., p. 11.
[40] La
Capital (1950). “Asamblea en la Unión Ferroviaria”, Rosario, 19/7, p. 4.
[41] Ibídem.
[42] Crónica (1950).
“Preside el titular de transporte una asamblea”, Rosario, 19/7, p. 3.
[43] Baladoni, L. op. cit, p. 10.
[44] La Capital (1950). “Denuncia de la CGT”, Rosario, 19/7,
p. 4. También: Crónica (1950). “Los
sucesos de ayer fueron desautorizados por la CGT”, Rosario, 19/7, p. 3.
[45] La
Capital (1950). “De la UOM”, Rosario, 19/7/, p. 4.
[46] La Capital (1950). “Aclaración de La Fraternidad”, Rosario, 19/7,
p. 4.
[47] La Prensa (1950). “Contestó el gobierno el pedido de la UN de
enviar ayuda a Corea”, Buenos Aires, 18/7, p. 5; La Prensa (1950). “Se acogió favorablemente en los círculos
militares de la Unión la actitud argentina”. Buenos Aires, 18/7, p. 5 y La prensa (1950). “Diputados peronistas
entrevistaron ayer al presidente de la nación”, Buenos Aires, 18/7, p. 5.
[48] La Prensa (1950). “No implica el envío de fuerzas la respuesta
argentina a la UN”, 19/7, p. 5.
[49] Paz, H. Memorias…, op. Cit., pp
160-163.
[50] La Prensa (1950). “Declaraciones del Jefe de Policía Federal”,
Buenos Aires, 19/7 p. 5.
[51] El jefe de la Policía Federal,
Bertollo, también se refirió a dos hechos ocurridos en la calle Florida.
Crónica (1950). “Los sucesos de ayer fueron
desautorizados por la CGT”, Rosario, 19/7, p. 3.
[52] La Prensa. “Declaraciones del Jefe de Policía Federal”, op. cit., p.
5.
[53] La Prensa (1950). “En una manifestación de la zona céntrica se
detuvo a 21 mujeres”, Buenos Aires, 20/7, p. 8.
[54] Embajada Argentina
Washington DC. Oficina de prensa, traducción de la publicación “Daily Worker”
New York, 18/7/1950, AGN, AI, com. 45, caja 137, expte. 102752, fs. 11,
traducción de la Embajada Argentina.
[55] Furman, R (2014). Puños y pistolas. La extraña historia de la Alianza
Libertadora Nacionalista. Buenos Aires:
Sudamericana, p. 246. Tanto
Furman como Gilbert dan cuenta de este caso y de la documentación policial en
los archivos de la DIPBA. Según Gilbert, “El hallazgo de este documento abrió
el interrogante sobre si no ocurrió un verdadero crimen de estado, ya que el
fichaje se actualizó en vísperas del asesinato de Calvo.” Gilbert contrapone
las versiones de tres testigos diferentes para indagar en qué medida la reunión
estaba planificada o no y las causas de la falla de seguridad. Al parecer,
Calvo había dicho al responsable de seguridad designado para ese encuentro que
iba a levantar la reunión, por lo que no se previó ninguna medida especial.
Gilbert, I. (2011) La Fede: alistándose para la revolución. La federación juvenil comunista
1921-2005, Buenos
Aires: Sudamericana, pp. 308-310.
[56] Furman, R. Puños
y pistolas. La extraña historia de la Alianza Libertadora Nacionalista, op. cit., p. 246.
[57] Testimonio de Amado Heller, sobreviviente
del ataque al local del PC donde mueren Jorge Calvo y Ángel Zelly, febrero de
2008, video disponible en https://www.youtube.com/watch?v=KC_I68U2qzY&feature=emb_logo [visitado enero de 2020] y publicado
también en http://jorgecalvo.fullblog.com.ar/ [visitado enero de 2020] donde se
brindan detalles de la entrevista [visitado enero de 2020].
[58] Testimonio de Jorge Bergstein,
sobreviviente del ataque al local del PC donde mueren Jorge Calvo y Ángel
Zelly, febrero de 2008, video disponible en: https://www.youtube.com/watch?time_continue=310&v=FdJ16p1psqs&feature=emb_logo [visitado
enero de 2020] y publicado también en http://jorgecalvo.fullblog.com.ar/ [visitado enero de 2020], donde se
brindan detalles de la entrevista.
[59] Petra, A. (2013). “Cultura Comunista y
Guerra Fría: los intelectuales y el movimiento por la paz en la Argentina”. Cuadernos
de historia n° 38 (pp. 99-130). Santiago, p. 127.
[60] S.a, sf. Memorándum
secreto (febrero de 1951 por referencias del texto), AGN AI FNRP, com. 45,
191893 n d archivo 587, fs. 154-155.
[61] Idem, fs. 156.
[62] Idem, fs. 156-157.
[63] Ídem, fs. 157.
[64] Ídem, fs.
158.
[65] Ídem, fs. 159.
[66] Kabat, M. (2017). Perónleaks. Una relectura del peronismo
a partir de sus documentos secretos, 1943-1955, Buenos Aires: Ediciones RyR, p. 252.
[67] Gustavo Contreras cita la Circular 47
de la Unión Ferroviaria, del 25 de julio de 1950. Esta señala en relación a la
Marcha de la Paz que, mediante engaños, el Partido Comunista quiso hacer ver
como solidarios a aquellos que no tenían nada que ver con sus promotores. Contreras, G. (2009). "Ferroviarios. un capítulo de sus
luchas: las huelgas ferroviarias de fines de 1950 y principios de 1951."
Quinto Congreso de historia ferroviaria, disponible en: http://www.docutren.com/HistoriaFerroviaria/PalmaMallorca2009/pdf/030114_Contreras.pdf [visitado enero de 2020], p. 8.
[68] Ibid.,
pp. 423 y 425.
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Cuadernos de Marte, Revista latinoamericana de Sociología de la Guerra es una publicación oficial del Insituto de Investigaciones Gino Germani, dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.
ISSN 1852-9879
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