La carta china – neutralizando la gripe del fin del mundo

Resumen

Resumen

Algunos científicos han atribuido la pandemia que nos asola a “una epidemia de resistencia microbiana”. Ésta se puso de manifiesto una década después que la penicilina comenzara a usarse sistemáticamente. Cuando ésta llegó a nuestros torrentes sanguíneos, nuevas variedades de bichos con genes resistentes al antibiótico reemplazaron a los más débiles. Se cayó entonces en el pecado capital de abandonar las medidas preventivas a favor de una estrategia antibiótica agresiva.

Pero no podemos sobrevivir a una guerra permanente contra los microbios. Para evitar el abuso de antibióticos se requiere centralizar su expendio en una autoridad local, el conjunto de las cuales debe estar supervisado por una autoridad nacional, sujeta a su vez a un amplio acuerdo internacional para el ámbito no sólo humano sino también animal. Esta problemática desconoce las fronteras. Hay una sola biosfera. Tenemos un solo mundo y una sola salud.

Abstract

Some scientists have attributed the rampaging Covid-19 pandemic to "an epidemic of microbial resistance" which became apparent a decade after penicillin began to be used systematically. Once it reached our blood streams, new varieties of bugs with antibiotic-resistant genes replaced the weaker ones. We then fell into the capital sin of abandoning preventive measures in favor of an aggressive antibiotic strategy.

But humanity cannot survive a permanent war on microbes. To avoid the abuse of antibiotics, it is necessary to centralize prescriptions in a single local expert, who must be supervised by a central national authority, in turn subject to a broad international agreement covering both human and animal uses of these drugs.

This is a problem that does not acknowledge borders. There is only one biosphere. As Karesh and Cook put it, we have only one world and one health.